
Los vehículos de carga tendrán que utilizar el segundo periférico, mismo que inicia en el entronque a carretera a Ciudad Juárez.
Para brindar a los automovilistas que transitan por el bulevar Ejército Mexicano de Gómez Palacio una mayor fluidez en su trayectoria, se pondrá en marcha una nueva estrategia que consisten en canalizar los vehículos de carga que circulan por la mencionada vía hacia el segundo periférico. Así lo informó el director de Tránsito del municipio de Gómez Palacio, Eduardo Rangel Arámbula.
El tránsito pesado que en la actualidad circula por el bulevar Ejército Mexicano, aseguró la autoridad, es en gran medida responsable de la saturación vial en esta vía y por ello muy pronto ya no podrán tomar el mencionado bulevar.
Informó que los vehículos de carga tendrán que utilizar el segundo periférico, mismo que inicia en el entronque a carretera a Ciudad Juárez y culmina en el entronque del Puente La Unión, del lecho seco del río Nazas, lo cual implica un recorrido de 11.8 kilómetros.
Con dicha medida se espera que los automovilistas que transitan por el bulevar Ejército Mexicano cuenten con una ruta más despejada y con mayor fluidez.
Estas acciones son parte de una estrategia coordinada con las autoridades de otros municipios como Torreón y Lerdo.
En Gómez Palacio no se mencionó aún la fecha en la que se habrá de aplicar la medida, no obstante en otras ocasiones el Ayuntamiento ha optado por hacer del conocimiento público la medida antes de aplicar sanciones.
Previamente se tendrán pláticas con los representantes de los transportistas.
El tema fue abordado el pasado fin de semana entre las autoridades municipales de las tres ciudades, al coincidir en que el periférico está saturado y requiere de nuevas acciones de movilidad.
Fue en el año 2020 que tras cerca de ocho años de haber iniciado la construcción fue inaugurado el segundo periférico de La Laguna, con una inversión de mil 22 millones de pesos, mismo que cuenta con una longitud de 11.8 kilómetros y une a los estados de Coahuila y Durango.
La obra arrancó en la administración de Felipe Calderón y permaneció varios años detenida hasta que finalmente se concluyó por parte del actual Gobierno federal.