UN GRAN PRIVILEGIO
Que gran satisfacción es para un servidor cuando un lector me dice que le agrada la columna del periódico. "Pequeñas especies". Si considero un halago el que lean mis modestos artículos, y todavía ser de su agrado, eso sí que es un gran honor.
En el transcurso de casi tres décadas escribiendo en el periódico, he tratado de ser ameno en las historietas, donde los principales protagonistas son perros y gatos, así como enfermedades y consejos que realizo en la práctica de las pequeñas especies, con el tiempo fui variando el contenido narrando anécdotas de un veterinario rural, cuando atendía todo tipo de especies domésticas en los inicios de mi profesión, y compartir algunas vivencias durante la época estudiantil. Pasaron los años y llegó la dicha de ser abuelo, uno de los acontecimientos más gratos en la vida de este viejo, cuando la monotonía empezaba a pintar de gris los colores de mi vida, entonces fue cuando inicié a escribir anécdotas familiares, gozando de la aceptación de mis tres lectores, siendo uno de los motivos que me alentaron a escribir mi libro. "El Escribidor de Perros". No sé cuánto ha sido del agrado de los lectores que lo han adquirido, pero al estar elucubrando en la segunda edición, creo que va por buen camino. Hace unos días, una estimada colega y amiga, la Dra. Nélida Jiménez, Premio Nacional Veterinario, a quién tengo el honor de conocer desde hace seis décadas cuando fuimos compañeros de primaria en "El Colegio Mijares" y además de atender a sus mascotas, cuando salió el libro a la venta solicitó dos ejemplares y dijo, quiero que me hagas el favor de dedicarlos, uno es para una amiguita que es una ferviente lectora tuya, compra el periódico solo los domingos para leer tus artículos, le voy a obsequiar el libro y le va a dar mucho gusto que lo dediques, será un placer, le dije. Hace unos días me enteré por mi colega, con mucha pena que su amiga había sufrido un accidente cerebro vascular, y una de las terapias que le recomendó el doctor, era leer en voz alta un libro, y me dice la colega, cual crees que escogió, tu libro, aún de haberlo leído varias veces.
Pido a Dios nuestro Señor por la salud y pronta recuperación de mi gentil e intelectual damita. Además agradecer de todo corazón a todos los lectores por continuar alentando a un servidor, por el gran privilegio de su persistencia a lo que humildemente trato de escribir.