Metodología Visual Thinking: cómo funciona y cómo aplicarla en el aula
El Visual Thinking, conocido también como Pensamiento Visual, implica la representación de ideas mediante imágenes, siendo especialmente efectivo en entornos colaborativos. Facilita la comunicación más eficaz de ideas en comparación con el texto escrito, lo cual mejora la productividad y efectividad de los equipos de trabajo y el desempeño de los estudiantes en el aula.
El comienzo
Su origen se remonta a 1969 con la publicación del libro Visual Thinking, de Rudolf Arnheim, un famoso psicólogo y filósofo alemán especializado en psicología del arte y percepción visual. Aunque Arnheim es reconocido como el iniciador del concepto, Dan Roam, autor de Tu mundo en una servilleta, es hoy en día considerado uno de los principales expertos en esta metodología.
Roam propone un proceso de cuatro pasos para el Pensamiento Visual: observar, ver, imaginar y mostrar. Este método permite explicar más profundamente las ideas y mensajes, revelando conexiones internas y aumentando la comprensión más allá de la superficie inicial, lo cuales pueden resultar útiles para los estudiantes que tienen más facilidad para captar temas de manera visual, que de otra manera.
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Es importante incluir las capacidades de todas y todos los alumnosSu aplicación en el aula
Esta metodología, que se centra en utilizar imágenes, diagramas y gráficos para representar ideas y conceptos y así estimular una compresión más profunda y una mayor creatividad en el proceso de aprendizaje, no se limita a un ámbito específico, sino que encuentra aplicación en diversas disciplinas y contextos.
Desde el aula de matemáticas, donde diagramas claros ayudan a visualizar problemas complejos, hasta entornos empresariales donde mapas mentales facilitan la planificación estratégica, por su utilidad y versatilidad.
En el ámbito educativo, los beneficios del Visual Thinking son especialmente notables. Para los niños y las niñas, esta metodología no solo hace que los conceptos abstractos sean más accesibles, sino que también fomenta habilidades cognitivas como el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Al representar ideas visualmente, se activan múltiples sentidos y se fortalecen conexiones neuronales, facilitando así una comprensión más completa y duradera.
Aplicar esta metodología en el aula es más sencillo de lo que parece. Los educadores pueden integrarlo mediante técnicas como la creación de mapas conceptuales, la elaboración de infografías o la utilización de pizarras interactivas. Estas herramientas no solo ayudan a explicar temas complejos de manera visual, sino que también permiten a los estudiantes expresar sus propias ideas de forma creativa y estructurada.
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La Inteligencia Artificial responde a uno de los cuestionamientos más comunesLos beneficios de esta metodología
Las ventajas del Pensamiento Visual son numerosas e importantes para mejorar los proyectos y el aprendizaje en el aula, como:
- El cerebro procesa información visual de manera más rápida y eficiente que el texto, haciendo que las imágenes sean más accesibles y comprensibles que las palabras escritas. Este fenómeno permite una percepción instantánea y una formación de ideas más ágil.
- Las imágenes facilitan la identificación de relaciones entre objetos que de otra manera podrían pasar desapercibidas, abriendo nuevas posibilidades de innovación y soluciones creativas que no son evidentes de manera convencional.
- El acto de dibujar es inherente al ser humano desde temprana edad, y aunque no todos son expertos artistas, la capacidad de crear representaciones visuales básicas para comunicar conceptos es universal y efectiva.
- Una estrategia efectiva para integrar el Visual Thinking en la manera de trabajar, es combinarlo con técnicas creativas adicionales, potenciando así la generación de ideas y la resolución de problemas de manera innovadora.