(EFE)
El juicio contra el activista prodemocrático y magnate de los medios de comunicación hongkonés Jimmy Lai se reanudó ayer con una vista en la que se declaró oficialmente inocente de los tres cargos que se le imputan en relación con la seguridad nacional y por los que podría enfrentarse a cadena perpetua.
El Tribunal del distrito oeste de Kowloon acogió el discurso de apertura de la Fiscalía, tras rechazar un último intento del equipo jurídico de Lai para que se desestimara la acusación de sedición que pesa sobre él.
Tras un receso de diez días, el acusado llegó al juzgado en un vehículo del Departamento de Servicios Correccionales hongkonés en medio de una fuerte presencia policial en las inmediaciones del edificio.
La de ayer fue la cuarta jornada de un proceso que se estima que se prolongue durante al menos ochenta días y que ha generado un fuerte interés internacional.