Irán lanzó el martes por lo menos 180 misiles hacia Israel, en lo que representa la escalada más reciente de una serie de ataques en un conflicto de varios años entre Israel e Irán y sus aliados árabes que amenaza con sumir a Oriente Medio en una guerra regional.
El bombardeo generó crecientes temores de una guerra total en la región.
Altos mandos de Israel condenaron las acciones del Gobierno iraní y amenazaron con represalias a Teherán.
El jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel, Herzi Halevi amagó al Gobierno de la nación persa y dijo que "elegiremos cuándo (Irán) pagará el precio y demostraremos nuestras capacidades de ataque precisas y sorprendentes, de acuerdo con las instrucciones a nivel político".
Además, celebró la falta de "éxito" del ataque masivo, que lo achacó a una combinación de comportamiento civil ejemplar y un sistema de defensa aérea muy fuerte".
Por su parte, el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, advirtió a su vez de que el ataque "tendrá consecuencias" y que el Ejército tiene planes para actuar "en el momento y en lugar" que elijan.
El primer ministro Benjamín Netanyahu por su parte aseguró que la república islámica "cometió un gran error y pagará por ello".
"El régimen de Irán no comprende nuestra determinación de defendernos y nuestra determinación de tomar represalias contra nuestros enemigos", aseveró el líder israelí en un comunicado.
"Mantendremos la regla que establecimos: quien nos ataque, lo atacaremos", reiteró Netanyahu.
Por su parte, el Gobierno de Irán avisó a Israel que si responde al ataque con misiles que ha lanzado este martes, la respuesta que dará "será mucho más severa", pues solo ha usado una pequeña parte de su capacidad de ataque.