
Lula asumió la presidencia el 1 de enero de 2023. (ARCHIVO)
Al presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva le gusta jactarse de que tuvo un buen primer año tras volver al puesto. La economía está mejorando, el Congreso aprobó un proyecto de reforma fiscal largamente demorado, los agitadores que querían derrocarlo ya están en la cárcel, y a su predecesor y enemigo Jair Bolsonaro le fue prohibido postularse a un cargo público hasta 2030.
De todas formas, el mandatario de 78 años ha pasado apuros para incrementar el respaldo del que goza entre ciudadanos y legisladores. Algunos reveses duros, incluidas una serie de votaciones en el Congreso para anular sus vetos, dejan entrever que el futuro de Lula podría ser menos productivo en un Brasil prácticamente dividido en partes iguales entre sus simpatizantes y los de Bolsonaro.
Lula asumió la presidencia el 1 de enero de 2023 tras una apretada victoria sobre Bolsonaro en octubre de 2022.