Se confirmó que regresa el uso del cubrebocas al interior de los templos católicos de La Laguna de Durango.
Regresa el uso del cubrebocas al interior de los templos católicos de La Laguna de Durango, como recomendación de la Diócesis de Gómez Palacio, así como otras prácticas que dejó la pandemia del COVID-19.
En tanto que la Diócesis vecina de Torreón, no ha emitido ningún comunicado para los sacerdotes que la integran.
Fue a través de un comunicado del obispo, Jorge Estrada Solórzano, y el secretario canciller, Luis Guillermo Herrera, en donde se da a conocer esta medida como recomendación, esto al considerar los templos como uno de los lugares de mayor riesgo de contagio.
“Como cristianos, estamos obligados a cuidar nuestra salud y la de nuestros hermanos, no solo espiritual sino también corporal. Uno de los lugares en donde se puede dar el peligro de contagio por la concentración de personas y los servicios que se les prestan son las Iglesias (parroquias, rectorías etc.), por lo cual veo conveniente recomendar lo ya de todos conocido y que habíamos dejado cuando pasó la emergencia del COVID-19, y que ahora es necesario, sin que sea motivo de alarma, volver a ponerlas en práctica con la debida prudencia y atendiendo también las prescripciones de la Secretaría de Salud”, reza el documento.
Además del cubrebocas, regresará el uso del gel antibacterial a la entrada de las Iglesias, como se venía haciendo en la pandemia.
“Tengamos, por tanto, en cuenta el uso del cubrebocas, sobre todo en donde hay más gente, seguir con el uso del gel a la entrada de las iglesias y para los que pidan la Comunión, en la mano (recibiéndola desde luego con la reverencia debida y de manera correcta), continuar dándose la paz con solo una reverencia, que las personas afectadas con enfermedades respiratorias eviten la asistencia a las celebraciones y, finalmente, que los sacerdotes distribuyan la Comunión con el cubrebocas puesto”.
DIÓCESIS DE TORREÓN
En tanto que en la Diócesis de Torreón, no se ha emitido ninguna indicación.
José Luis Escamilla, vicario general de la Diócesis, reconoció que tras darse a conocer que la ocupación hospitalaria estaba a tope en las instituciones de salud en la localidad, los alarmó y posteriormente se negó.
“Ciertamente, es claro que el clima favorece para que surjan las enfermedades respiratorias, lo que he dicho es que hay que aplicar lo que aprendimos con el COVID-19, las medidas de seguridad, de prevención, la consciencia de cuidar a la salud de los demás, si traemos un cuadro gripal, si es posible aislarnos y si hay que salir, hay que protegernos con cubrebocas”, dijo el Vicario.
Es por ello que recomienda su uso, “pero no hay instrucciones del señor obispo (Luis Martín Barraza), no lo ha considerado necesario”.
