Instado por algunos aliados a disculparse por los comentarios racistas hechos por oradores en su mitin del fin de semana, Donald Trump optó el martes por tomar otro camino y afirmó que fue un "honor estar involucrado" en tal evento y describió la escena como un "festival de amor", el mismo término que ha usado para describir el asalto del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos.
Trump reunió a seguidores y reporteros en su finca de Mar-a-Lago dos días después de un masivo mitin en el Madison Square Garden que contó con una serie de comentarios groseros de varios oradores, incluido un segmento del comediante Tony Hinchcliffe en el que bromeó diciendo que Puerto Rico era una "isla flotante de basura". Algunos de los aliados republicanos de Trump han condenado los comentarios, y su campaña se distanció públicamente de la broma de Hinchcliffe, aunque no de los otros comentarios.
Pero, ante la oportunidad de disculparse, tanto en Mar-a-Lago como en una entrevista anterior con ABC, Trump afirmó que "nunca ha habido un evento tan hermoso" como el mitin del domingo por la noche en su ciudad natal, Nueva York.
"El amor en esa sala. Fue impresionante", dijo. "Fue como un festival de amor, un auténtico festival de amor. Y fue un honor para mí estar involucrado".
A una semana del día de elecciones, algunos aliados de Trump han expresado alarma de que el mitin, que debía destacar el mensaje de cierre del nominado presidencial republicano de manera grandiosa en Nueva York, ha servido más bien como una distracción e incluso un revés, dada la importancia electoral de los puertorriqueños que viven en Pensilvania y otros estados en disputa.