Jugadores y aficionados celebran el segundo gol de los Guerreros; después de cinco partidos, Santos volvió a ganar. (Ramón Sotomayor)
Suele decirse que en el amor, lo más dulce es la reconciliación, lo cual quedó de manifiesto anoche en el Estadio Corona de Territorio Santos Modelo, donde los aficionados santistas se reencontraron con su equipo que llegó a su partido ante Puebla, con una herida todavía fresca.
Buena entrada
Después de una estrepitosa caída hace apenas unos días, los fanáticos albiverdes demostraron que el respaldo para su equipo no es negociable y no depende de un solo resultado, por lo que acudieron en buen número al estadio para acompañar a sus Guerreros que perdieron el volado para elegir su portería predilecta, pero se olvidaron de cábalas o supersticiones y salieron a la cancha con la firme intención de redimirse ante su gente. Una calurosa tarde fue el marco para un partido en el que estuvieron como invitados especiales en uno de los palcos, los jugadores de Toros Laguna, así como su mascota "Toribio", quien puso su propio ambiente en la cancha del magnífico estadio.
Dos goles en el primer tiempo y otro golazo en la parte complementaria, fueron el elixir perfecto para que se recuperara el amor de los más de 14 mil espectadores en tribuna con los aficionados, que ahora sí, contrario al partido anterior, corearon los "olés" en favor del cuadro de casa. Algún sobresalto al final, bronca, pero victoria y felicidad al fin.
