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El expresidente Donald Trump realizó una momentánea comparecencia en la corte, en la que enfrentó una acusación de 34 delitos graves por un plan para enterrar señalamientos de relaciones extramaritales que surgieron durante su primera campaña presidencial.
La lectura de cargos en una sala de tribunal de Manhattan se convirtió en un espectáculo, pues personas simpatizantes y opositoras a Trump se congregaron en las inmediaciones.
Sobre el caso en su contra, se centra en acusaciones de falsificación de registros contables de su compañía mientras intentaba encubrir sus intentos de influir de manera ilícita en las elecciones de 2016 al organizar pagos que silenciaron señalamientos que eran considerados como dañinos para su candidatura.
Estos incluyen 34 cargos de amañar registros relacionados con los cheques que Trump envió a su abogado personal como reembolso por su participación en el pago a una actriz porno y una exmodelo de Playboy que dijo que había tenido un encuentro sexual extramatrimonial con el magnate años atrás.
De estos cargos, Trump se declaró inocente; sin embargo, fue fichado y se le tomaron las huellas digitales, pero podrá continuar su proceso legal en libertad.
No fue esposado ni se sentó en una celda. Eso se debe en parte a que una sección del tribunal fue desocupada para su lectura de cargos y a que Trump es un expresidente con protección del Servicio Secreto.
La siguiente comparecencia de Trump está prevista para diciembre.
Al finalizar la lectura de cargos, el expresidente salió rodeado del Servicio Secreto y partió hacia su residencia de Mar-a-Lago, en Florida.
Trump denunció anoche, horas después de haber sido procesado, que es víctima de interferencia electoral de cara a los comicios de 2024 y arremetió contra el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg.
"Nuestro país se está yendo al infierno", dijo Trump al comenzar su discurso desde su residencia en Mar-a-Lago, Florida. Durante una rueda de prensa convocada en Florida, sus primeras declaraciones estuvieron acompañadas de victimismo, así como acusaciones al presidente Joe Biden y al fiscal de Manhattan.
En Mar-a-Lago, el discurso del expresidente se basó en su teoría de que fue víctima de un fraude en las elecciones de 2020 y pintó un panorama desolador bajo la Presidencia de Biden.
De acuerdo con sus declaraciones, este caso y otras de las investigaciones que tiene abiertas demuestran que "el sistema de justicia de Estados Unidos ya no tiene ley y se usa para ganar elecciones".
"EUA es un desastre, Rusia se ha unido con China y Arabia Saudí con Irán, eso nunca hubiera sucedido conmigo, incluso la guerra de Ucrania no hubiera ocurrido", señaló.
"Estamos con una nube negra por encima de nuestro amado país, no tengo dudas de que vamos a hacer América grande una vez más", concluyó.
