
Turistificación y desplazamiento de comunidades son los retos.
El Tren Maya ha puesto en un dilema a las comunidades en el sureste del país que, si bien reconocen el desarrollo que traería a la región, tienen que convivir con sus costos como son la "turistificación" y el consiguiente desplazamiento de algunos de ellos.
En Bacalar, en Quintana Roo, conocida por su hermosa laguna multicolor, se construye el tramo 6 del Tren Maya, que tendrá una longitud de casi 256 kilómetros y unirá a esta ciudad con Tulum,.
"Este es un proyecto que se presentó como un proyecto de justicia social, es decir, donde se le va a hacer justicia a las comunidades y las comunidades van a poder aprovechar los beneficios del desarrollo, pero eso tiene un costo", aseguró María Luisa Villarreal asesora comunitaria y habitante de Bacalar, en el estado de Quintana Roo, en un reciente recorrido por la zona.