(CHINO LEMUS)
A través de la bocina telefónica, el reconocido tenor mexicano Javier Camarena menciona que actualmente escucha las grabaciones musicales de Eydie Gorme y Los Panchos, pues a través de su sonoridad, rememora a detalle la iluminación, del color de los muebles y el ambiente que podía respirarse en casa de sus abuelos, en su natal Xalapa.
La canción popular mexicana es detonante de recuerdos, su apasionante matiz llega al músculo del alma con profunda vibración. Camarena comparte otra secuencia cinematográfica donde se ve viajando con sus abuelos en automóvil, rumbo a un balneario cerca de Xapala llamado El Carrizal. Los imagina con cada nota bailando “Perfume de gardenias” de la Sonora Santanera y añade que precisamente con esa pieza cerró el Festival Internacional Cervantino de 2019.
“Imagínate que acabo de cerrar la temporada del Teatro Real de Madrid con un concierto que terminó con mariachis. Esto, por una parte, es algo que me llena de muchísimo orgullo. Pero, por otra parte, me emociona muchísimo ver también el cariño con el que reciben los diferentes públicos a la música que representa a nuestro México”.
Pero existe una historia antes de convertirse en uno de los tenores más importantes del mundo. El maestro vuelve a recurrir al recuerdo y comparte sus inicios musicales en la ciudad de Xalapa. Solía cantar las piezas de Luis Miguel, pues la banda donde tocaba interpretaba el popurrí de boleros y éxitos pasados.
“Yo cantaba eso, cantaba ‘Por debajo de la mesa’ y un sinfín de cosas. En ese tiempo, digamos que ya tenía cierto conocimiento de cómo cantar ese género y este estilo de canciones que es nuestra canción popular”.
Nuevo material
Estas raíces son causa por la que Javier Camarena ha publicado La voz de México, su reciente material discográfico, donde a través de 15 cortes realiza un homenaje al mosaico de la canción mexicana. De registro tenor, en este proyecto matiza su voz sin perder coloratura y colabora en interesante diálogo junto a otros intérpretes como Lila Downs, Yuri, Tania Libertad, Jesús Navarro o Eugenia León, en composiciones de Álvaro Carrillo, Rubén Fuentes, José Alfredo Jiménez o María Grever.
“Ha sido una experiencia fantástica. Con Lila ya había tenido la oportunidad de colaborar en un proyecto suyo, en su concierto del Palacio de Bellas Artes, con ‘Cucurrucucú paloma’ y quedó un dúo increíble. Me quedé con ganas de trabajar con ella y amablemente participó en este proyecto donde cantamos a dúo ‘Que seas feliz’, la canción más maravillosa de José Alfredo Jiménez”.
Otra colaboración que celebro fue la efectuada con la cantante Yuri, pues se trataba de un sueño que tenía desde chico; con ella interpreta el himno del estado de Veracruz: ‘La bamba’. También enfatiza su dueto con Jesús Navarro (vocalista del grupo Reik), con quien trabajó en ‘Sabor a mí’.
“Realmente disfruto muchísimo todas y cada una de estas participaciones. Estoy tremendamente agradecido”.
Para el tenor era importante que la voz se mostrara al servicio de la música y no al contrario. Cita la voz de Pedro Infante, quien a pesar de su potente timbre, podía interpretar como si estuviese cantando al oído. “Y es eso lo que reina y predomina en este disco La voz de México, de ser lo más fiel posible al estilo de estas canciones”.
A esto se suma el complemento audiovisual publicado en plataformas como YouTube. En estos filmes, el tenor se muestra junto a sus invitados, quienes según el origen de la canción a interpretar, amoldan su vestuario, exponiendo así el mosaico musical y cultural que supone México.
“Esa era la intención del disco, como tú dices, ya desde la parte puramente musical, lo que se intentaba hacer era un mosaico de la riqueza cultural que tenemos en nuestro México”.
A través de cada pieza, Camarena realiza una serie de travesías: se interna en la Huasteca con el huapango de ‘La Malagueña’, viaja a su natal Veracruz con los instrumentos del arpa y la jarana en ‘La bamba’, luego se traslada al norte de México para permitir la presencia del acordeón con ‘La media vuelta’, aparece en Chiapas con su sonoridad de marimbas en ‘Qué bonita es mi tierra’, y era de esperarse el obligado andar por Jalisco y sus mariachis.
“Son todas estas diferentes características que reunimos en este disco, precisamente, para proporcionar una estampa musical de la geografía de nuestro país”.
Cabe resaltar que el trabajo musical de La voz de México contó con la dirección del maestro Kiko Campos, productor de amplia trayectoria que ha trabajado en otros proyectos donde la música mexicana protagoniza. Sus arreglos integran el sonido clásico con conceptos más contemporáneos que añade frescura.
“Yo creo que a todos, en algún momento, algunas canciones de estos grandes compositores que hemos tenido en nuestro país, de alguna u otra manera, no llegan. De esto estoy completamente seguro, con toda y cada una de esas canciones hay muchos recuerdos que se evocan y que vienen a nuestra mente”.
El álbum La voz de México de Javier Camarena es publicado por Sony Music y ya está disponible en todas las plataformas musicales.
