(CORTESÍA)
Responde el teléfono después de terminar un ensayo en San Miguel de Allende, Guanajuato. El tenor lagunero Bernardo Fierros interpreta en esa ciudad a Alfredo Germont, en una puesta en escena de La Traviata, ópera compuesta en 1853 por Giuseppe Verdi. Las presentaciones comenzaron el pasado 22 de febrero y culminarán este viernes. Posteriormente, la producción ofrecerá otras dos fechas más el 2 y 3 de marzo en el municipio de San José de Iturbide.
Fierros participa en este proyecto gracias a la invitación del maestro Rogelio Riojas-Nolasco. El lagunero ve en Verdi al padre del romanticismo italiano en cuestiones de ópera, le parece uno de los compositores más importantes del género.
La Traviata es una ópera basada en la novela La dama de las Camelias (1848), de Alejandro Dumas. El personaje de Alfredo Germont es el enamorado de Violeta Válery, quien vive en París y es el alma de la fiesta en el medio aristócrata. Abandona es vida por problemas de salud, pero también porque se enamora de Alfredo. Un intercambio de pasión y romance comienza, hasta que la historia da un giro cuando el padre de Alfredo le pide a Violeta que deje a su hijo para que no le arruine la vida.
“Pasan muchas cosas que pasan en las relaciones, donde a veces tienes que tomar decisiones por el bien de la persona. En este caso, Violeta no le dice a Alfredo por qué lo deja. Sin embargo, ella lo deja porque no le quiere arruinar la vida y porque sabe que está enferma”.
Para Bernardo Fierros, la exigencia de un personaje como Alfredo Germont radica en el peso actoral, el cual encuentra demasiado intenso. Se trata de un personaje con un continuo desborde hacia ambos lados: desborda de despecho y también desborda de pasión.
“Escénica y emocionalmente es un joven muy brioso, que está prácticamente dependiendo de esta relación. Eso se transmite también a la música; la escritura es muy demandante”.
Fierros participa en La Traviata con otros cantantes de México y de Latinoamérica. Se trata de un programa impulsado por Rogelio Riojas-Nolasco, en el que se apuesta por talento joven para que comiencen a participar en producciones.
“Gran parte del reto, cuando sales del país, es que lleves los papeles de ópera, no sólo aprendidos, sino que ya los hayas presentado. Entonces, eso a veces es una barrera de entrada para los cantantes. Sin embargo, ahora con este trabajo que está promoviendo el maestro, está ayudando a conocer el peso de lo que es cantar un rol completo”.
La experiencia en San Miguel de Allende, la cual tiene sumo carácter cosmopolita, ha ayudado al lagunero para acercarse a público de origen italiano, alemán y norteamericano. La próxima parada apunta hacia el Auditorio de la Casa de la cultura de San José de Iturbide, una localidad industrial ubicada a mediación de San Miguel de Allende y Querétaro, donde por primera ocasión en la historia se presentará un espectáculo de ópera.
