
Los suelos de la región lagunera se encuentran en mal estado debido al modelo de explotación que se ha tenido en varias décadas.
Al igual que el agua subterránea, el suelo en la región lagunera ha sido sobreexplotado desde hace más de 50 años por temas agrícolas y el reto es lograr su regeneración, por lo que cada vez resulta más costoso producir y se requiere de utilizar más insumos.
José Antonio Cueto Wong, director regional del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) en la zona Norte-Centro, dijo que los suelos de La Laguna, así como los del resto del país, están en muy mal estado, pues desde hace cinco o seis décadas se ha aplicado un modelo de explotación donde se ha buscado siempre los máximos rendimientos de los cultivos.
"Está bien porque se han incrementado mucho (los cultivos) y ha habido más alimentos en el mundo, sin embargo, por décadas descuidamos la conservación de los suelos y de las aguas, también, entonces, se han empobrecido al paso de las décadas", señaló el investigador con 42 años de experiencia en suelos.
En este sentido, advirtió que el reto actualmente es trabajar duro en la investigación y los campos de los productores para lograr la regeneración de estos suelos. Indicó que hay una corriente mundial relativa a la agricultura ecológica o regenerativa, que incluye la conservación y el mantenimiento de los suelos.
"Los tenemos en muy mal estado, esto no quiere decir que no puedan seguir produciendo, pero quiere decir que el recurso se ha degradado en algunas de sus propiedades físicas, químicas y biológicas, y que cada vez nos va a costar más tiempo y más recursos regresarle la salud a los suelos", explicó.
Indicó que para lograr mantener un equilibrio en la calidad y el rendimiento, se requiere de utilizar más insumos, lo que eleva considerablemente el costo de producción. Por otra parte, el investigador dijo que el uso muy intensivo de los fertilizantes y de los pesticidas también ha tenido sus implicaciones, pues las plagas, a lo largo de los años, se han hecho resistentes a ciertos insecticidas, de modo que se requiere de más aplicaciones o insecticidas más fuertes.
APOYO PARA CONVOCATORIAS
En relación con la investigación, el director del Inifap señaló que se ha contado con el apoyo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en los últimos dos años, para emitir dos convocatorias de proyectos de investigación y transferencia de tecnología, por lo que actualmente está cerrando la segunda publicación de este año.
"Esto quiere decir que los investigadores pueden hacer propuestas con recursos, garantizándoles que va a haber recursos para realizar sus estudios, siempre y cuando sean aprobados técnica y económicamente", expuso.