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La rentabilidad financiera (RoE) de los bancos europeos subió en el primer trimestre hasta el 10.4 % y alcanzó así una cifra de dos dígitos, algo que no había ocurrido desde la crisis financiera, y hasta el 11.4 % en España, anunció este viernes la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
En su informe trimestral de riesgos, la EBA explicó que el principal motor de este incremento del RoE fue la subida de los tipos de interés, que se tradujo en una progresión del 9 % de los ingresos totales respecto a los tres últimos meses de 2022.
Hay que recordar que la rentabilidad financiera de las entidades financieras evaluadas (85 en esta ocasión) había sido del 8.1 % entre octubre y diciembre pasados y del 6.7 % en el primer trimestre de 2022.
En España, el ascenso fue menos marcado, ya que la RoE era ya del 10.4 % en el último trimestre del pasado año, e incluso del 11.1 % en el primer trimestre de 2022.
Aunque los bancos europeos esperan que la continuada subida de los tipos de interés mejore todavía más su rentabilidad en los próximos doce meses, los autores del informe señalan que en paralelo van a tener más presión por parte de sus clientes para que eleven también la remuneración de sus depósitos.
Sobre todo, conforme deriven una parte de su dinero de los depósitos a la vista a los depósitos a plazo.
Además, los elevados costes de financiación del mercado van a repercutir en la base de costes de las entidades financieras, que también podrían verse afectadas por la inflación salarial y por un posible deterioro de su negocio conforme aumente el riesgo crediticio.
De hecho, la EBA advierte de que los parámetros de su informe apuntan a una ralentización de la tasa de crecimiento de los préstamos, que un mayor número de entidades han comunicado su intención de reducir su exposición al sector inmobiliario y al crédito al consumo.
En cuanto a los activos de los bancos, que se habían reducido un 7 % en el último trimestre de 2022, sobre todo por pérdida de efectivo, subieron casi un 3 % en los tres primeros meses de 2023 por el reembolso anticipado al Banco Central Europeo (BCE) de las cantidades recibidas en operaciones de refinanciación a largo plazo.
En paralelo, han reforzado su liquidez durante el primer trimestre con un alza de sus saldos de efectivo.
La EBA señala que la incertidumbre macroeconómica todavía no ha tenido su reflejo en los parámetros evaluados, y así el porcentaje de créditos morosos en los tres primeros meses se quedó en el 1,8 %, el mismo porcentaje con que aterminó 2022. En España tampoco hubo cambios en los créditos morosos, aunque a un nivel más elevado (2,8 %).
El nivel de solvencia de las entidades, medida por la ratio de capital de máxima calidad (CET1) y adelantando los futuros requerimientos normativos ("fully loaded") mejoró hasta el 15.7 %, dos décimas más que en el trimestre precedente.
