
Cortesía de Netflix. 2023. La Dama del Silencio
En nuestro país nada se salva, a pesar de que hemos sido educados en el respeto al derecho del otro. Y así, por más instituciones que le dan orden a este conglomerado de voluntades llamado sociedad, siempre existe la posibilidad de que la violencia irrumpa y ataque a los menos protegidos como lo son, en este caso, los ancianos.
La Dama del Silencio es el nuevo documental de la directora mexicana María José Cuevas, conocida por su testimonial de las vedettes y el México de los 70's y 80's que quedó plasmado en Bellas de Noche. Cuevas retoma el caso de la primera asesina serial que se tiene registrada en nuestro país, Juan Barraza Samperio, a quien es responsable de la muerte de 16 mujeres de la tercera edad, que durante un periodo de ocho años golpearon fuertemente a la seguridad de estas personas en la Ciudad de México.
La directora entiende que este caso no solo trasciende por el escándalo o el morbo que puede generar, sino que hay que escuchar las voces y los testimoniales no solo de las autoridades que llevaron el caso, no solo los encargados de ver qué líneas de investigación había que seguir, sino también a los familiares y amigos de las víctimas, quienes se convierten en el eco de una voz que fue apagada con lujo de violencia.
Este documental es un compendio de testimonios, pero además trata de ser lo más cercano a un ambiente que puede ser sórdido, a veces malaleche y en donde la línea entre lo legal e ilegal es tan delgada, pero que se da más en el ambiente de casos policiacos y de las necesidades de encontrar al responsable de los crímenes.
Algo que me parece interesante es la ambientación, en donde Cuevas nos introduce no solo a conocer de manera superficial a las víctimas, sino penetrar en sus espacios vitales como sus casas, sus amistades, sus costumbres, sus joyeros, las dinámicas que tenían sentidos para estas personas, con la idea de que no sea una identificación del clásico "ay pobres", sino más el ser empático con aquellos que han vivido una verdadera pesadilla, porque la violencia sin razón y sin sentido golpea así sin más.
Tiene un gran manejo del tiempo, del cómo acercarse a los testimonios sin dejar de cuestionar todo, las razones del porqué no se llegaba a la responsable, por qué se hicieron redadas contra sexoservidores travestis, por qué los esfuerzos de las mujeres dentro de las corporaciones pasan a un segundo término, entre otros elementos a resaltar.
Hay un recurso muy importante en el momento crucial del documental, en donde Cuevas retoma el formato de la fotonovela, que fue parte de la cultura narrativa de colonias populares en cualquier rincón del país, algo que se le agradece porque trasciende a solo ser una reconstrucción de hechos para volverse en un elemento dramático, pero que podemos entender.
Este es un gran documental disponible en Netflix, y que le abre de nueva cuenta a María José Cuevas la puerta para seguir contándonos historias que están tan cerca de nosotros que no nos damos cuenta. En una aportación personal, una de las cultoras de belleza que participan en los testimonios me cortó el cabello cuando visite en alguna ocasión a mi hermana en la Moctezuma.
La Dama del Silencio sorprende porque esta es una forma de contar una historia no muy fácil de contar, pero que necesitamos no olvidar, así como también nosotros no debemos de olvidar a los nuestros.