El artículo 34 de la Constitución del Estado establece que se debe garantizar a las niñas, niños y adolescentes el derecho a crecer en un ambiente de salud, paz, dignidad y libre de violencia. (EL SIGLO DE DURANGO)
En el Congreso del Estado se consideró que es necesario incluir en la legislación la prohibición explícita del castigo humillante o degradantes como método correctivo en contra de niñas, niños y adolescentes.
La diputada Rosa María Triana Martínez, impulsora de la iniciativa de reformas al Código Civil del Estado, comentó que el artículo 34 de la Constitución del Estado establece que se debe garantizar a las niñas, niños y adolescentes el derecho a crecer en un ambiente de salud, paz, dignidad y libre de violencia, por lo que para lograrlo deben hacer su aportación como legisladores, mejorando el marco legal existente para mejorar la tutela de los derechos de este sector de la población.
"Se busca prevenir la violencia contra los niños cambiando las actitudes y la práctica, subrayando el derecho de los niños a gozar de igual protección y proporcionando una base inequívoca para la protección del niño y la promoción de formas de crianza positivas, no violentas y participativas", subrayó.
Por ello, detalló que el objetivo de esta iniciativa es armonizar el marco jurídico estatal para atender las modificaciones realizadas a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y al Código Civil Federal, que prohiben de manera expresa el castigo corporal y humillante como método correctivo o disciplinario en contra de niñas, niños y adolescentes, el cual vulnera la dignidad y bienestar de estos, provocando secuelas negativas que le impiden a la infancia y juventud hacer efectivos sus derechos.
Durante su intervención, la legisladora agregó que la Corte Interamericana de Derechos Humanos expresó mediante la opinión consultiva sobre la Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño que, los estados tienen el deber de tomar todas las medidas positivas que aseguren la protección a los niños contra malos tratos, sea en sus relaciones con las autoridades, sea en las relaciones interindividuales o con entes no estatales.
Refirió datos de la Unicef en el sentido de que, a nivel mundial, aproximadamente seis de cada 10 niños de entre dos y 14 años han sido objeto de castigo corporal por quien lo educa y cría.
