
El proceso electoral que está en curso se desarrollará en condiciones inéditas en varios sentidos, incluyendo al que se relaciona con el uso de la tecnología como la Inteligencia Artificial. (EL SIGLO DE TORREÓN)
El avance periódico de la Inteligencia Artificial podría ser un factor de riesgo en el proceso electoral que viven México y Durango, por tres factores esenciales: generación de noticias falsas, manipulación o ataques de sistemas electorales y el sesgo informativo.
Óscar Compeán, quien estudió y desarrolló diversos sistemas en Google y Apple, detalló que hay infinidad de ejemplos de Inteligencia Artificial con la que la gente ya convive, aún sin darse cuenta, pues desde finales de la década de 1940 se empezó a pensar en el tipo de trabajo que las máquinas podrían hacer por las personas.
Por ejemplo, el cruce de información de la Lista Nominal del INE permitiría conocer desde cuándo un ciudadano participa en los comicios, mientras que el uso de las redes ofrecería las posibles tendencias que pudiera tener para cierto proceso electoral.
Puso como ejemplo un ejercicio realizado en la India, donde se identificó quiénes eran las personas que no habían votado y luego a ellos se les enviaban mensajes personalizados por e-mail o por WhatsApp.
Otro ejemplo que mencionó es una regulación que se está generando en Estados Unidos, en el que todo contenido que sea creado por IA debe llevar una marca de agua o aviso que así lo advirtiera, sea en imagen, audio o texto.
"Es que se puede tomar, por ejemplo, una Inteligencia Artificial, escuchar un discurso del Presidente, copiar la voz y enviar mensajes por WhatsApp como lo quieras diciendo que lo dijo el Presidente o cualquier actor político", advirtió.
Vaticinó que las noticias falsas van a circular en el marco del actual proceso electoral, principalmente debido a que hay poca tendencia a verificar por parte de los usuarios la autenticidad de los datos que se difunden en internet y redes sociales.
Además, la generación de algoritmos derivados de búsquedas y reacciones a cierto tipo de información sobre candidatos o partidos políticos específicos, pueden ser empleados para la difusión de estrategias, para reforzar la preferencia o para tergiversarla con miras a hacer tendencia al voto.
USOS DE LA IA
Un ciudadano común podría acceder a anuarios estadísticos y no sabría qué hacer con la información, pero si se mete a un equipo de cómputo se generan patrones que se convierten en datos útiles. Para fines electorales, se pueden revisar las redes sociales y determinar cuáles son los votantes más propensos a votar o a cambiar su perspectiva, conforme el tipo de publicaciones y reacciones que hacen.
Pero también, las IA son capaces de reconocer el comportamiento de discursos y sentido de los posicionamientos que generen los candidatos, conforme a las tendencias y reacciones que estén teniendo en redes y, con base en ello, definir si es necesario prolongar los temas o enfocarse en otros.
CANDIDATOS PODRÍAN CONFESARSE
Ante la falta de regulación para obligar a los generadores de Inteligencia Artificial de advertir cuando ese es el origen de su contenido, el especialista en tecnología consideró que los partidos políticos y los candidatos deberían tener la iniciativa de cuáles son los componentes de sus campañas en los que utilizarán las IA.
Esto porque sería más accesible para que no se genere una regulación desde el Estado, que luego podría ser entendido como un intento de censura.
Pero también debe implicar una corresponsabilidad por parte de los ciudadanos al recurrir a cotejar información para evitar la proliferación de noticias falsas, no solamente en el ámbito electoral, sino en temas generales.