(RAMÓN SOTOMAYOR)
De joven talento y gran virtuosismo, Sergio Vargas Escoruela se presentó con éxito la noche de este martes en el Teatro Isauro Martínez (TIM), donde ofreció, durante más de una hora, un recital de piano que contó con las partituras de cuatro grandes compositores: Johann Sebastian Bach, Domenico Scarlatti, Claude Debussy y Franz Liszt.
La jornada comenzó temprano para el pianista lagunero de 17 años, pues a las 12:00 horas ofreció un concierto didáctico, sobre el mismo escenario del TIM, a infantes provenientes de distintas escuelas laguneras. Vargas Escoruela, quien ha conquistado recintos como el Palacio de Bellas Artes, tiene un sumo interés por la difusión de la música entre la juventud y actualmente colabora en proyectos junto a la fundación Espíritu que Danza, entre lo que destaca un programa de recolección de instrumentos musicales.
Por la noche, el oscuro piano Yamaha aguardaba solitario en espera del instrumentista. Poco después de las 20:30 horas, Sergio Vargas Escoruela apareció y se reverenció ante el público por primera vez. Luego tomó asiento, frotó sus manos con un pañuelo blanco, colocó su pie derecho sobre el pedal y dirigió sus manos sobre las teclas.
Gracias a la Partita No. 2 en do menor (1717-1723), la música de Bach fue la encargada de inaugurar la noche. Se trata de un compositor, cuya música inspiró al escritor mexicano Eusebio Ruvalcaba (1951-2017) en varios de sus aforismos: “Bach hizo de la música la alfombra para que caminen los hombres descalzos, y el manto que protege del frío a los desvalidos...”. Mientras que para el joven lagunero:
“Bach es algo maravilloso. Su música es fundamental para cualquier músico. El uso de la polifonía, la maestría del contrapunto, de las diferentes voces, es realmente extraordinario sentarse y escuchar la profundidad que ha habido dentro de la música desde hace más 300 años”, comentó el pianista, en una entrevista con El Siglo de Torreón previo al concierto.
Alumno de la maestra Mariana Chabukiani, Vargas Escoruela se entrega para transmitir sus ideas y sentimientos en cada una de sus presentaciones. Tras terminar la pieza de Bach, interpretó con maestría la Sonata en si menor y la Sonata en re menor (1733), del italiano Scarlatti.
Para la segunda parte del recital, el joven preparó Arabesque num. 1, Arabesque num. 2 (1891) y Reflets dans l’eau (Reflejos del agua) del Libro 1 de Imágenes (1905), obras compuestas por el autor francés Debussy. En especial, la última pieza de este bloque, es conocida por formar una imagen de agua con sus notas musicales.
El pianista cerró el programa con la Balada num. 2 (1853-1854) del austrohúngaro Franz Liszt. Enseguida, Sergio Vargas Escoruela fue cubierto de aplausos, ovaciones y recibió múltiples ramos de flores, mismos que colocó en un costado del piano para volver a interpretar Arabesque num. 1 de Debussy y terminar el recital.
Reconocido
El próximo proyecto del joven lagunero apunta al mes de junio, cuando se presente con la Orquesta de Aguascalientes para interpretar el Concierto No. 1(1830), de Frédéric Chopin. Apenas en enero pasado, el músico se presentó con éxito en la Sala Manual M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, en Ciudad de México.
Sergio Vargas Escoruela ha recibido premios y reconocimientos como el Premio Nacional de la Juventud 2018, el Premio Estatal de la Juventud 2019 (Coahuila) y el Trofeo Niños Héroes de Chapultepec 2019.
