(Ramón Sotomayor)
Apenas el pasado 29 de octubre ofreció un recital en el Instituto Italiano de Cultura, en Coyoacán, Ciudad de México. También, coordinado con Bellas Artes, se presentó en el municipio mexiquense de Melchor Ocampo, una comunidad ubicada a 44 kilómetros al norte de la capital del país, donde tocó ante niños del DIF local y personas de la tercera edad.
Para Sergio Vargas Escoruela (Torreón, 2005), la música va más allá de las partituras. Además de ensayar y poner todo su empeño en perfeccionar su técnica, el pianista está preocupado por hacer de la música un acto de beneficencia.
“Me parece muy importante que la gente conozca nuevas opciones, porque si realmente no las conocemos, no podemos llegar a apreciarlas. Es muy importante que la gente se cultive, que de esta forma pueda superarse y vivamos todos mejor”.
Vargas Escoruela tiene apenas 18 años de edad, pero sus credenciales muestran su extensa experiencia sobre escenarios: en 2017 debutó como solista en el Palacio de Bellas Artes, junto a la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN); también se ha presentado con la Orquesta Sinfónica de Michoacán, la Orquesta Filarmónica de Jalisco o la Camerata de Coahuila, con quien será su próximo concierto.
Abordar a Chopin
Será el próximo viernes 17 de noviembre, a las 20:30 horas, en el Teatro Isauro Martínez (TIM), cuando Sergio Vargas Escoruela vuelva a colaborar con la Camerata de Coahuila. Su papel en el octavo concierto de la temporada Otoño-Invierno 2023 de la orquesta será interpretar el Concierto para piano No. 1 (1830), de Frédéric Chopin.
Para la esperada noche, el pianista merecedor del Premio Nacional de la Juventud 2018 ha ensayado durante aproximadamente ocho meses junto a la maestra Mariana Chabukiani. El viernes será dirigido por el maestro Ramón Shade.
“Es un concierto lleno de contrastes, de melodías largas, de diversidad de colores, de timbres y expresiones”.
Sergio ha visitado de nueva cuenta las instalaciones de El Siglo de Torreón. Lo acompaña su padre y una sonrisa que demuestra su entusiasmo. Se trata de un joven muy activo y abierto a nuevos retos, pues será la primera vez que interpretará esta obra de Chopin, aunque no es ajeno al compositor.
“Antes había tocado algunos Estudios, también la Faintaise Impromptu (1834), Nocturnos y la Balada No. 3 (1841)”.
Para el artista, el Concierto para piano No. 1 está dotado de una singular belleza que habla a través de sus tres movimientos: Allegro mestoso, Romance-Larghetto y Rondo-Vivace. La obra se estrenó el 11 de octubre de 1830 en el Teatro Nacional de Varsovia, en Polonia.
“Es muy diversa, incluso en el primer movimiento encontramos diferentes emociones y sentimientos: tristeza y también un poco de angustia o de pena, peor también hay momentos muy líricos, con melodías largas y un poco de drama”.
Cabe señalar que Camerata de Coahuila cerrará la noche con la Sinfonía No. 4 de Schumann. Los boletos están disponibles en taquillas del Teatro Isauro Martínez y la plataforma NewTicket.com.
