Si esta nueva tecnología es utilizada en anuncios, carteles, publicidad y otros medios de la campaña, debe declararse explícitamente.
A menos de un mes de la celebración de las elecciones federales en Suiza el 22 de octubre, cinco de las principales formaciones políticas del país han acordado limitar el uso de la inteligencia artificial (IA) en la campaña, aunque los conservadores, principales favoritos, no se han unido al pacto.
Según indicó hoy la agencia de noticias suiza ATS, el Partido Socialdemócrata, el Centro (democristianos), el Partido Verde, los Verdes Liberales y el Partido Protestante han aceptado este código de conducta, que prohíbe el uso de AI en anuncios "negativos" (aquellos centrados en criticar a las formaciones adversarias).
Además, según el acuerdo, si esta nueva tecnología es utilizada en anuncios, carteles, publicidad y otros medios de la campaña, debe declararse explícitamente.
Según indica ATS, las formaciones opinan que la IA presenta grandes oportunidades en la campaña electoral, al permitir nuevas formas de comunicación, pero también entraña riesgos al poder distorsionar la información o atribuir a políticos cosas que no han dicho, sin verificación.
Otra importante formación del país, el Partido Radical Liberal, no se ha unido al acuerdo pero sí ha prometido controlar cualquier uso "abusivo" de la inteligencia artificial, por ejemplo a través de las llamadas "deepfakes" (falsificaciones de imágenes con alto nivel de realismo, cada vez más difíciles de reconocer como falsas).
Los sondeos electorales sitúan a la Unión Democrática del Centro (UDC, conservadores) como favoritos en los comicios de octubre, seguidos de socialistas y con liberales y democristianos en fuerte liza por lograr la tercera posición.
Se espera, como ha ocurrido durante décadas, que ningún partido logre mayoría, y que una vez más el Ejecutivo acabe constituido por una coalición de conservadores, socialistas, democristianos y liberales.
Una situación que se mantiene de forma ininterrumpida desde 1959, y que explica en buena medida la estabilidad política del país centroeuropeo.
