Cuando se dice que la música es un idioma universal se parte del principio de que es una rama de las matemáticas y que existen ciertas armonías con determinados efectos en la psique e intelecto, no sólo en el género humano, sino también en todos los seres vivos. Finalmente, la música es vibración. Sin embargo, siempre existen ciertos rasgos en las culturas que son impregnados en su música, lo que la hace ser única.
Este suspiro musical estará dedicado a la música árabe.
De entrada, es importante mencionar que árabe no es sinónimo de Islam. Entre los árabes existe una gran diversidad de orígenes. El mundo árabe se encuentra repartido básicamente en tres religiones: musulmana, judía y cristiana. Según la Torá, la Biblia y el Corán, los árabes de la península de Arabia son los descendientes de Noé, específicamente de su hijo Sem. La palabra árabe viene del latín Arabus y a su vez del griego Araps, y a su vez del acadio en Mesopotamia que significa "desierto".
Para la cultura árabe la música y en general el arte es muy importante. Mientras que occidente hace énfasis en estructuras armónicas, los árabes se enfocan en el desarrollo de líneas melódicas, generando ambientes mántricos muy estéticos e interesantes. Ello sería una explicación de por qué los árabes tienden a darle a su música una connotación más religiosa y mística.
Mientras que en Occidente tenemos 24 escalas tonales, lo árabes tienen cientos de ellas, denominados "maqam" que es un complejo sistema de modos melódicos. Lo mismo sucede con los ritmos. Occidente podrá contar con unos cuantos; sin embargo, los árabes, de la misma manera, albergan cientos de ellos. Entre los más importantes podemos citar el Balladi que es más bien popular, el Maksaum, el Saúdi en Egipto y Líbano, Falahi, y el Samai, por mencionar sólo algunos de ellos.
En cuanto a los instrumentos, el Oud o láud figura como uno de los más importantes. La guitarra tiene también una historia paralela al laúd de origen árabe. El Rubab, que es una especie de mandolina pero con tapas de piel que se toca punteda o bien con arco pero de forma vertical. El violín también fue adoptado en los últimos siglos, aunque bajando su afinación, haciéndolo sonar más bien como viola. El Kanun es digámoslo así, un salterio que se ejecuta punteado, con dos plectros sujetados con anillos metálicos, uno en cada mano.
Llega a tener 75 cuerdas. En cuanto a los alientos, tenemos el Mishwish que es una flauta doble ligeramente desafinada, generando un ambiente muy particular. El Mismar que de hecho es el abuelo del oboe, el clarinete y el Nai, la mamá de la kena latinoamericana. En el tema percusiones la darbuka es la que se consolida como el eje de la música, teniendo la oportunidad de realizar improvisaciones llamadas Taqsim. A lo largo de la historia, los árabes han incorporado la música en fiestas, ceremonias religiosas, paradas militares y hasta en la guerra. En su condición de músicos, se les consideraba dotados de poderes sobrenaturales, por lo que eran temidos y respetados y es que su objetivo era llegar al Tarab, que era una especie de encantamiento.
Éxtasis musical…, en un suspiro.
