Milagros actualmente atiende a 17 adultos mayores. (Foto: EUNICE MUÑOZ / EL SIGLO DE TORREÓN)
La señora Milagros Pérez Mota, es fundadora y directora del asilo de ancianos "Desarrollo dorado Milagros", y a lo largo de su vida ha experimentado el abandono. De niña fue testigo de cientos de historias sobre adultos mayores que fueron dejados a su suerte por su familia.
Sus experiencias la llevaron a estudiar enfermería y luego a abrir un asilo que está a unos meses de cumplir su 28 aniversario, ahora con 68 años de vida, Milagros sabe que está cumpliendo con la misión de su vida.
El asilo se encuentra ubicado en el ejido Manila en Gómez Palacio, a cinco minutos de la carretera a Jiménez, Chihuahua, Milagros va cinco días a la semana hasta el lugar y hace una hora de ida y regreso para cumplir con su trabajo.
En la cocina del lugar, Milagros comenzó a narrar que cuando era niña, su mamá la llevaba junto a sus hermanos a visitar a los adultos, les llevaba algún refresco, comida, ropa o material para que se hicieran remedios para evitar las dolencias.
“Mi mamá nos llevaba a visitar a las personas, que aunque vivían en sus casas, vivían en abandono, ellos a veces le encargaban que un pan, refresco, y mi mamá se los llevaba, también le pedían medias para el frío o vendas para los dolores”.
Siempre se percató que cuando los ‘viejitos’ hablaban con su mamá a veces lloraban, pero ella no lo entendió hasta que le tocó enfrentarse a las mismas situaciones cuando fue grande.
Actualmente atiende a 17 adultos mayores, entre mujeres y hombres, la mayoría en abandono, otros que tienen hijos que algunas veces los van a visitar; tienen sus propias habitaciones, un jardín y atenciones para cuidar su salud.
Sin embargo, muchas veces el ingreso de nuevas personas es también una carga emocional, Milagros explicó que una de las historias que más la han marcado, es la de don Jesús, la cual ocurrió hace aproximadamente cinco años.
El hombre fue encontrado por elementos de Protección Civil durante invierno, se encontraba cerca de la plaza de armas de Gómez Palacio caminando en círculos y ya que no se acordaba de su domicilio, fue ubicado en el asilo de la señora Milagros.
Días después de ser recibido recordó su dirección y fue ella misma quien lo llevó, sin embargo presuntamente su hijo vendió la casa por problemas económicos.
“Llegamos a la casa de su hijo y una joven le puso el pasador para impedirle la entrada, minutos después sale su hijo y nos dice que sí que la tuvo que vender porque por su edad él ya podía vivir en cualquier rincón, pero no en su casa”.
La directora del asilo ahora no sólo quiere cuidar y proteger a los adultos en situación de abandono, sino también evitar que haya personas en la misma situación, sobre todo, que la misma familia valore la vida de sus padres o abuelos.
“Una de las cosas que he visto es el abandono, ya soy adulto mayor y sigo viendo lo mismo, y empecé a ir a las iglesias (que es un lugar donde se encuentran tanto adultos como niños), empecé a pedir oportunidad y hablar sobre las experiencias que vemos aquí”.
Milagros ha sentido el llamado de Dios a su vida para tratar estos temas, y poder transformar una parte de la sociedad, por lo que señaló que en caso de ser parte de estas charlas, pueden buscarla a través del número de teléfono 871 113 4684.
