
Son cientos de migrantes los que quedaron varados en la comunidad de Villa Nazareno.
Cientos de migrante, en su mayoría de nacionalidad venezolana, quedaron varados en la comunidad de Villa Nazareno, municipio de Lerdo.
"Nos quedamos varados. Ayer (domingo) veníamos en el tren desde Guanajuato con dirección a Monterrey (Nuevo León), pero desde ayer (domingo) como desde las tres de la tarde (15:00 horas) nos quedamos aquí. (Nos dijeron) que venían otros compañeros del tren a cambiar la guardia", comentó Jesús, uno de los cientos de migrantes que busca llegar a la frontera con Estados Unidos para poder cruzar.
"Estábamos durmiendo y amanecemos sin las cabezas (máquina) de los trenes", hecho que los dejó desconcertados.
Bebés, mujeres embarazadas, y en su mayoría hombres jóvenes, son los que viajan en los vagones de carga, la mayoría originarios de Venezuela.
Como Jesús, que salió de su país desde el 21 de agosto, con la esperanza de llegar a los Estados Unidos y tener una mejor vida con mayores oportunidades.
Los vagones quedaron justo en medio de la comunidad de Nazareno, cuyo nombre les dio esperanza, "no es casualidad", dijo uno de ellos. "Se ha escuchado que fueron a arreglar las máquinas y otros que hubo unos percances y que no nos quieren llevar", dijo preocupado, tras contar más de 23 horas de incertidumbre.
Un grupo numeroso decidió bajar del tren y continuar su camino en camión, el cual los llevaría a Torreón, Coahuila, para poder tomar otro tren que los lleve a la frontera. Pero esa posibilidad solo la tuvieron unos cuantos, sobre todo aquellos que aún contaban con dinero en sus bolsillos.
"Muchos se han ido, algunos dicen que tienen miedo porque se los lleva (Migración). Lo más seguro es el tren", dijo Jesús, rodeado de sus compañeros de viaje. "Nos apoyamos entre todos", comentaron los migrantes, "sobre todo para cuidar a las mujeres embarazadas y los bebés que viajan en este numeroso grupo".
Ante tal situación, los vecinos cercanos no dudaron en abrir sus puertas para brindar ayuda, como doña Amparo Favela, quien aseguró que no es la primera vez que lo hace, pues cuando el tren detiene momentáneamente su marcha, les brindan apoyo.
"La gente nos ha ayudado con el baño, agua, comida, nos han colaborado en todo", dijeron con emoción.
Doña Amparo los recibió sin desconfiar, "unos están sentados viendo la televisión", mientras que otros cargaban sus celulares. "Ya hice como tres ollas de café temprano, ahorita les iba a decir a las señoras para que vinieran a cocinarles a sus niños", dijo la mujer de avanzada edad.
Debajo de los árboles, en grupos, esperaban que el tren se pusiera en marcha, mientras algunos vecinos llegaban con pan, refresco, con un poco de ayuda para que su espera fuera más llevadera. Otro de los vecinos como Sergio, comentó que cuando pasa el tren cargado de migrantes, le grita a los maquinistas para que bajen la velocidad y así poder lanzarles comida, agua o hasta ropa, para su largo camino.
CON TEMOR
Luego de casi 24 horas de espera, personal del Instituto Nacional de Migración (INM), acudió al lugar, escoltados por elementos de la Policía Municipal y del Estado, para presentarles una opción de asistencia, esto ante la presencia de menores de edad.
Su presencia llenó de temor a los migrantes, que esperaban poder retomar su camino rumbo a cualquier frontera, al considerar que ninguna es más segura que otra.
Recordar que la estación migratoria ubicada en el municipio de Gómez Palacio, como las del resto del país, se encuentran cerradas tras la tragedia que se registrara en Ciudad Juárez, Chihuahua, el 27 de marzo de 2023, que cobrara la vida de 40 migrantes y dejara heridos a otros tantos.