(FOTO: EL SIGLO DE TORREÓN)
Los aficionados son parte esencial del Rey de los Deportes, su colorido, su ambiente, su atmósfera, su huella se ve reflejada en cada plaza de la Liga Mexicana de Beisbol, cuyos estadios tienen impregnada una aura muy especial: el aura de disfrutar el deporte en familia.
El Estadio de la Revolución no es la excepción a este ambiente de camaradería y respeto, pues es un escenario en el que los aficionados se sienten como en casa y una vez que ingresan, se disponen a disfrutar del espectáculo en el diamante. Claro que el deporte por sí mismo genera pasión, pero a diferencia de otros escenarios, eso nunca ha sido excusa para recurrir a las agresiones verbales y mucho menos a las físicas, de eso se dan cuenta los propios aficionados y por ello tienen bien identificado al beisbol, como un espectáculo familiar, por excelencia.
Algunos recordatorios maternales se escuchan durante los juegos en el inmueble de la avenida Juárez, como parte del folclor, algunos de esos gritos provienen de la porra de “Los Enmascarados”, quienes desde hace años asisten al inmueble, protegiendo su identidad mediante algunas capuchas.
Con todo y el lenguaje florido, los jóvenes de la porra saben que es un estadio familiar y atribuyen al juego en sí mismo, parte de esa atmósfera: “El ambiente es más familiar, al ser un deporte de larga duración, permite que entables conversación con el vecino de butacas”, señaló Antonio Tonche, uno de los miembros fundadores de “Los Enmascarados”.
Son bienvenidos en La Laguna todos los visitantes, incluyendo, por supuesto, los simpatizantes de los equipos rivales al Unión Laguna: “Nos llevamos bien de locales o visitantes, la rivalidad se queda ahí en el diamante. En todos los estadios que nos ha tocado visitar, el saludo y trato han sido de grata la experiencia, salvo en Saltillo, que nos prohibieron la venta de bebidas. En las que nos ha tocado oportunidad de recibir, hemos estrechado la mano de cada porra que ha venido”, complementó Tonche.
Por su parte, los aficionados visitantes encuentran en La Laguna a gente amable y que prioriza el respeto: “En el beisbol navegamos con la bandera de que esto es para hacer amigos. Tú vas a mi casa, yo vengo a la tuya. Aquí en La Laguna se comportan respetuosos y amigables, es un ambiente muy familiar, aunque apoyan con todo a su equipo”, complementó Abiel Rodríguez, quien realizó un viaje de más de 540 kilómetros para venir a apoyar a sus Tecolotes de los Dos Laredos, en un estadio donde toda rivalidad para a segundo término, en cuanto cae el out 27
