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Los líderes de la UE abordarán en la cumbre de este jueves y viernes las recientes turbulencias en los mercados financieros tras la quiebra de varios bancos estadounidenses y el rescate de Credit Suisse en un debate que España aprovechará para reclamar avances en la unión bancaria, especialmente con la creación de un fondo común de garantía de depósitos.
La intención de los jefes de Estado y de Gobierno del bloque será lanzar un mensaje tranquilizador con el argumento de que las entidades financieras europeas tienen liquidez y solvencia suficientes para afrontar la crisis, en línea con el mensaje que han trasladado en los últimos días tanto el Banco Central Europeo como la Autoridad Bancaria Europea y la Comisión Europea.
Con este escenario, España considera que es "un buen momento" para "empujar los elementos" que faltan para completar la unión bancaria, en particular el tercer pilar de la misma, un fondo europeo de garantía de depósitos que lleva años parado por las reticencias de países como Alemania y Países Bajos.
"El contexto internacional ayuda a dinamizar procesos en los que llevamos insistiendo un tiempo largo, pero por una serie de razones no han avanzado suficientemente bien", remarcan fuentes diplomáticas de cara a una cumbre en la que participará el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Además de la crisis bancaria de los últimos días, los líderes abordarán otros asuntos dentro del capítulo económico como es la revisión de las reglas fiscales que ponen límites al déficit y la deuda, con vistas a validar el acuerdo que alcanzaron hace dos semanas sus ministros de Finanzas sobre los elementos principales de la reforma.
También tendrán un intercambio sobre energía en el que los Veintisiete analizarán la situación actual, marcada por el inicio de la etapa de llenado de las reservas de gas con el inicio de la primavera y también abordarán la reforma del mercado eléctrico que propuso Bruselas, y que España empuja para un acuerdo antes de que finalice el año.
Todos estos debates tendrán lugar en la sesión del viernes, la segunda jornada de una cumbre que arranca el jueves a las 11:30 horas (GMT) con un almuerzo de trabajo con el secretario general de la ONU, António Guterres, para discutir sobre cuestiones geopolíticas clave y desafíos globales.
UCRANIA
A renglón seguido, los líderes europeos se zambullirán en los próximos pasos a dar en su apoyo "inquebrantable" a Ucrania, cuyo presidente Volodímir Zelenski se unirá a ellos -esta vez por videoconferencia-, por octava vez desde que empezó la guerra.
Los líderes avalarán el acuerdo al que llegaron el lunes los ministros de Exteriores de la UE para invertir 2 mil millones de euros en la entrega a Ucrania de un millón de obuses de 155mm y, si lo pide, de misiles, ya sea de los que tengan en sus arsenales o que compren conjuntamente.
Los líderes también continuarán sus debates sobre el uso de activos rusos congelados y tendrán ocasión de hablar sobre la visita del presidente chino, Xi Jinping, a Moscú, donde se reunió con su homólogo ruso, Vladímir Putin, y presentó un plan de paz.
COMPETITIVIDAD EUROPEA
Tras el capítulo dedicado a Ucrania, los líderes continuarán con el debate sobre la competitividad europea que iniciaron en su última reunión después de que la Comisión haya presentado en las últimas semanas propuestas concretas para impulsar la industria de tecnologías limpias europea y mejorar el suministro de materias primas críticas.
España considera que estas van "en la buena dirección", encaminadas a mejorar la autonomía estratégica de la UE, aunque hay cuestiones que tendrán que cerrarse en las negociaciones a nivel ministerial y parlamentario, puesto que los líderes no entrarán en los detalles y se limitarán a retirar su llamada a mejorar la productividad, facilitar inversiones o reforzar su industria.
El debate enraizará, también en clave geopolítica, con el dedicado a la política comercial de la UE y la voluntad en Bruselas por cerrar acuerdos comerciales en la búsqueda de nuevas alianzas, entre ellos el firmado con Mercosur en 2019, pero aún no ratificado por las reticencias, entre otros, de Francia.
Sin embargo, la Comisión Europea quiere aprovechar la llegada al poder en Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva para impulsar el acuerdo, como también quiere España, que asumirá la presidencia de la UE el próximo 1 de julio, cuyo primer gran acontecimiento político será la cumbre entre la UE y la CELAC, en Bruselas, dos semanas después.
MIGRACIÓN
Tras ser uno de los puntos destacados de la agenda de la cumbre informal del mes pasado, la migración volverá a este consejo a través de un informe que presentarán la presidencia sueca de la UE y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.