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La central de Santo Antonio, cuarta mayor hidroeléctrica de Brasil, con una capacidad instalada de 3,568 megavatios (MW), suspendió sus operaciones ayer lunes debido al bajo caudal del río Madeira, provocado por la grave sequía que afecta a la Amazonía.
El consorcio Santo Antonio Energía, responsable por la central, informó de que suspendió provisionalmente sus actividades debido a que el nivel mínimo de las aguas en el río Madeira, que están en un 50 por ciento por debajo de su promedio histórico, amenaza la seguridad de sus 50 turbinas.
Es la primera vez que esta central hidroeléctrica en el estado brasileño de Rondonia es paralizada por escasez de agua en la Amazonía, el ecosistema considerado como la mayor reserva de agua dulce del mundo.
"La desconexión busca preservar la integridad de las unidades generadoras de la hidroeléctrica", explicó en un comunicado el consorcio, que dijo haber discutido y acordado la medida con los organismos reguladores.
La empresa dijo igualmente que no hay previsión de cuándo volverá a poner en funcionamientos la hidroeléctrica, que responde por cerca del 4 por ciento de la generación de energía de Brasil.