
(CORTESÍA)
La hoy conocida como Asociación Nacional de Instituciones de Educación Privada “Maestro Justo Sierra” (ANIEP) es un referente en cuanto a la defensa de la educación en el país.
Nacida en el año 2004, siempre con la intención de unificar criterios entre las propias escuelas, la asociación comenzó en Torreón y con el tiempo se extendió primero al resto de la región lagunera, luego por todo el estado de Coahuila, para llegar a tener alcance nacional.
“A nivel estatal, hablando sólo de Coahuila, están estimadas en mil 500 las escuelas particulares. En la asociación están 800 o 900, hay escuelas que no se han integrado porque no la conocen a fondo.
Y en el resto del país hay entidades muy grandes, como el estado de México, Jalisco, Nuevo León o la Ciudad de México, lo que nos lleva a estimar que somos alrededor de 70 mil escuelas particulares en todo el país”, dijo Rodolfo Silva Rosales, presidente de la ANIEP y director del Colegio América, quien estuvo en una entrevista en las instalaciones de El Siglo de Torreón, junto al vicepresidente Darío de la Garza Flores, quien es también director del Instituto Excélsior.
Este crecimiento ha permitido que tengan ocho convenciones nacionales, en el que asisten instituciones de todas partes del país, y hacen aportes valiosos respecto a las realidades que viven en las diferentes latitudes de México.
Los retos
El principal reto que han enfrentado las escuelas particulares vienen de la retribución que tienen que hacer, ya que tienen una carga de impuestos que, comentaron, es alta.
Esto impide en no pocas ocasiones que hagan su trabajo.
Los dirigentes de la asociación tienen claro que la educación es fundamental para el desarrollo de las naciones, dando incluso ejemplos como los vistos en Singapur, Japón o Corea del Sur. Sin embargo, lamentaron que en México no haya sucedido lo mismo, y que incluso los impuestos no sean usados en beneficio de los propios ciudadanos, sino con fines políticos.
La educación de calidad
Al pronunciarse sobre la carga de impuestos, los miembros de la asociación lo hacen por la supervivencia de las propias instituciones particulares, para que puedan seguir ofreciendo, en todo el país, sus servicios, siempre con la calidad esperada.
“Quienes pertenecemos a la asociación hemos hecho el compromiso de darle a los padres, a las propias familias, lo que esperan. ¿Y qué esperan? Un servicio de calidad, una atención digna en cuanto al cuidado y a la formación de sus hijos. Además de todo esto, que sea una educación integral.
Con esto nos referimos a que se verán aspectos deportivos, académicos, culturales, sociales, artísticos, técnicos y tecnológicos”, dijo Silva Rosales.
La educación de calidad, comentaron, es aquella en la que van por delante los valores, y por tienen siempre en cuenta la importancia de comprender su papel en la sociedad: el de formar a los nuevos ciudadanos.