Cubierto de hollín, tanto en su rostro, brazos y ropa, relató porque decidió dejar Venezuela.
Con 21 años de edad, Kreikin Padilla dejó su natal Venezuela hace más de un mes y arribó a Piedras Negras tras viajar por varios días en el ferrocarril, pues busca llegar a los Estados Unidos para trabajar y ayudar a su familia.
Detalló su travesía desde que salió, pero refirió que llegar y transitar por México fue como un segundo Tapón del Darién.
Cubierto de hollín, tanto en su rostro, brazos y ropa, --pues viajó desde Monterrey al norte de Coahuila en tren junto con otros dos jóvenes venezolanos, y tras caminar por más de dos horas para llegar a Piedras Negras-- relató porque decidió dejar Venezuela.
Manifestó que salió por el mismo motivo que la mayoría, por los problemas en su país, dejando a un hijo de siete meses que requiere de una cirugía y no cuenta con los recursos para realizarla, además de tener un hermano con leucemia.
"Uno hace cualquier cosita para que él (su hijo) salga de eso. Mi familia, mi hermano acaba de salir de una enfermedad: leucemia, cáncer en la sangre. Entonces uno como que ve que tiene más oportunidades en los Estados Unidos y ese es el plan, poder ayudarlos y tratar de mandarles, por lo menos ayudar a mi hijo, mi hermano y mis padres", indicó el joven migrante.
Sobre su viaje, indicó que salió el 4 de abril; consideró terrible su pasó por la selva que transitaron en cuatro días, además de ser víctimas de robo.
Salieron de la selva y de Panamá hasta Costa Rica viajaron en autobús hasta Nicaragua y Honduras; en este último país estuvieron tres días esperando el permiso.
"Ahorita en México empezó la locura, es realmente, como que digamos el segundo Darién. Fue una locura, siempre buscan como arruinarte tu sueño o tu camino, no quieren ayudarte para nada".
RELATO
Entrevistado en la zona centro de Piedras Negras junto con otros dos jóvenes del mismo país, relató lo que fue la travesía que vivió desde que salió, y describió su ingreso a México, como un segundo Tapón del Darién, por la persecución de la que son objeto por los agentes de migración.
"Es totalmente una locura: Siempre buscan cómo arruinar tu sueño, tu camino, no te quieren ayudar para nada. Todo lo que hacen es joderte, lo que hacen es siempre la manera de joderte, exactamente la migración mexicana, porque en realidad en todo momento nos correteaban", indicó el joven migrante venezolano.
Encontrándose a unos metros de la frontera con los Estados Unidos, Kreikin Padilla manifestó que esto le hace sentir mucho nervio, por lo que saben de muchas personas que han pasado pero que las han expulsado, pues han hablado con muchas personas que han pasado por dicha experiencia.
"En realidad es mucho nervio, pero también es un nervio como de alegría, de felicidad, de que ya tú ves al otro y ya tú ves a Estados Unidos y es una alegría muy grande porque ese es tu objetivo, allí a donde tú quieres llegar, allí donde tú quieres construirte un sueño y poder ayudar a tu familia, pero en realidad falta un trecho que es el más importante y el más difícil", dijo el joven migrante.
