Durango

Héctor Mayagoitia

Fallece Héctor Mayagoitia Domínguez, exgobernador de Durango

Plaza Lagunera

(ARCHIVO)

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HÉCTOR RAÚL AVENDAÑO

Don Héctor, cuya vida estuvo estrechamente ligada a la obra educativa instituida por el presidente Lázaro Cárdenas, realizó estudios en la escuela secundaria para hijos de trabajadores (que funcionaba como internado en Lerdo y actualmente desaparecida) y los continuó en la vocacional y profesional dependientes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), donde alcanzó el título de Químico Bacteriólogo y Parasitólogo, para posteriormente conseguir el grado de doctor en Química de Suelos por la Universidad Estatal de Rutgers, Nueva Jersey, EE. UU.

Su actividad como dirigente estudiantil, como brillante alumno y su vocación de servicio, lo llevaron a la Secretaría de Educación Pública, donde llegó a desempeñarse como director general de Educación Tecnológica, y después como subsecretario de Educación Media, Técnica y Superior. Desde esos cargos de responsabilidad, cristalizó en todo el país, a través de las escuelas secundarias técnicas, agropecuarias y forestales, los correspondientes bachilleratos (Cbtis, Cbtas y Cecyt) y los Institutos Tecnológicos Agropecuarios y Forestales, la gran obra-educativa-popular encaminada al fomento de la productividad y del empleo iniciada por el “Tata” Lázaro.

Su probada capacidad de constructor de infraestructuras para el desarrollo social y productivo en el ámbito educativo, y su sensibilidad política para lograr consensos y llevar a feliz término sus proyectos, le granjearon la simpatía del Partido Revolucionario Institucional, quien en 1974 lo hizo su candidato al gobierno del estado de Durango, logrando unificar a la gran mayoría de los duranguenses, militantes de todas las ideologías, merced a su trato fino y de amplia cobertura.

Desde su campaña política dio muestras palpables de lo que iba a ser su mística y praxis políticas. Abrió su corazón y su mente para reconocer, sin reservas, las capacidades y voluntades de cada persona que se le acercaba para participar en la jornada encaminada a la elección.

Así, empezó a repartir responsabilidades y oportunidades entre los mejores exponentes de los grupos políticos del Estado. Para todos hubo el espacio y la oportunidad, particularmente para los jóvenes inquietos que encontraron en él, el cauce para desarrollar sus proyectos y formaron parte de la administración estatal. Eso sí, sin marginar a las generaciones precedentes que aportaron sus valiosas experiencias y el oficio político, sin el cual no hay resultados positivos.

El gobernante Mayagoitia pavimentó el camino para que dos distinguidos duranguenses, integrantes de su equipo de trabajo, llegaran en el futuro a gobernar el Estado. Impulsó las carreras políticas de: Maximiliano Silerio Esparza, a quien después de hacerlo su secretario general de gobierno, le abrió cauce para que pudiera llegar a la dirigencia estatal de la CNC, desde la cual se proyectó como diputado federal, y la de Ángel Sergio Guerrero Mier, quien también en su momento recibió la oportunidad de buscar la presidencia del comité estatal del PRI, y alcanzó idéntica meta, en el Congreso de la Unión.

El arribo de ambos duranguenses a la política nacional permitió después de grandes esfuerzos y sortear múltiples circunstancias alcanzar la candidatura al gobierno del estado y triunfar en el proceso electoral. Desde que el Lic. José Ramírez Gamero, inaugura la nueva época, los gobernadores de Durango son de producción autóctona: “de origen”.

Ya que hablamos de encauzamientos, rescataremos un dato simpático que alguna vez publicó en su columna el estimado amigo periodista, Miguel Ángel Vargas Quiñones, recientemente fallecido. Sucede que el Gobernador Mayagoitia, entre otras virtudes fue bueno para “echar el pial”. Se reveló como un tenaz casamentero de los jóvenes colaboradores de su administración, apadrinó al propio Vargas, a Wlfrano Torres San Martín, a José Durán Valenzuela, a José Miguel Castro Carrillo, a Luis Ángel Tejada, a Arturo Kampfer, a Francisco Canales Gutiérrez y a Enrique Torres Cabral, entre otros muchos. Creo que el único que se le escapó fue este su humilde escribidor, que por aquellos años me encontraba “escondido” en la Agencia del Ministerio Público de Lerdo, ¡a Dios, gracias!

Ahora, en este 2023, a escasos cinco días de conmemorarse el 110 aniversario de la constitución de la División del Norte, en el poblado La Loma del municipio de Lerdo, es justo recordar que el gobernador Mayagoitia, después de que previamente lo hiciera Nellie Campobello, a través de sus textos sobre la Revolución y, particularmente, con su obra “Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa”, reivindicó plenamente, a intramuros del estado y en el plano nacional, la figura del “Centauro del Norte”, con motivo de conmemorarse, con bombo y platillo, el centenario del su natalicio. “1978 –se decretó por la Legislatura del Estado– Año del General Francisco Villa”.

La obra de gobierno de Mayagoitia se esparce de manera integral por toda la geografía del estado. Si analizamos a vuelo de pájaro, un solo aspecto del renglón educativo, podemos significar que, en cada uno de los 39 municipios construyó por lo menos una escuela secundaria y una de educación media, de carácter tecnológico, que en la actualidad sirven de sólido cimiento a las múltiples sedes de la Universidad Tecnológica, que están reforzando la educación superior en no pocos municipios.

Ante la imposibilidad de abordar en este limitado espacio periodístico la extensa obra del gobierno de Mayagoitia y su brillante biografía, nos limitaremos a señalar algunos de los más importantes logros de la región lagunera duranguense:

Impulsó en Gómez Palacio, en compañía de don Carlos A. Herrera Araluce, la creación del Parque Industrial Lagunero, en terrenos donde dos décadas atrás se había proyectado una zona industrial y que urbanizada en parte, la prensa bautizó como “el desierto mejor iluminado del mundo”, por su falta de promoción. Durante su administración El Parque, a través de una oficina promotora con asiento en Gómez Palacio, se colocó entre los punteros de su ramo en el país, al albergar factorías de primer nivel, en producción y calidad, y generar un boom, que activó el comercio, la prestación de servicios y fundamentalmente el empleo, no sólo para los gomezpalatinos, sino para todos los laguneros.

Otros logros del gobernante Mayagoitia surgidos de su interés por servir a su tierra natal, donde parte de su educación primaria la realizó en el desaparecido edificio de la escuela Bruno Martínez, y que visitaba una vez por semana, en promedio: las gestiones para la construcción de la clínica del ISSSTE en los límites de Gómez y Lerdo; la culminación de las obras de construcción de la Casa de la Cultura de Gómez Palacio; la construcción de las instalaciones para que la pista de Lerdo, se convirtiera en Aeropuerto “Jesús Agustín Castro”; la reconstrucción del Puente de Ojuela y su transformación en sitio turístico, entre otras muchas obras de urbanización, salud, educación y comunicación. Por su parte su primera esposa doña María Luisa Prado de Mayagoitia, nos legó el CREE, centro de rehabilitación que presta un noble servicio a toda la región, desde la década de los años setenta del siglo pasado.

La administración de Mayagoitia se sustentó en la unidad como recurso para el desarrollo integral del estado. Desde siempre se caracterizó como el personaje duranguense que propicia la cohesión; el elemento conciliador; el factor aglutinador.

El ciudadano elegante, de trato amable, atento, responsable, puntual; el estudiante aplicado y a la postre científico que dirigió su alma Mater el IPN, el Conacyt; que creó las reservas de la biósfera de Michilías y de Mapimí, justipreciadas por la Unesco el Coordinador de los Esfuerzos de los Duranguenses, generador de innumerables asentamientos humanos dignos para las gentes de escasos recursos, de empleos, de oportunidades para todos aquellos con deseos de ascender en la escala social; el estadista Héctor Mayagoitia Domínguez, ni más ni menos, a quien la gente de la región del semidesierto, lo seguirá considerando por siempre: UN AUTÉNTICO GOBERNADOR DE LA LAGUNA DE DURANGO, se despidió ayer de nosotros. Descanse en paz un gran ciudadano de Durango, de México y del Mundo que durante 100 años prodigó el bien a sus semejantes. Agur.

Nota: La presente colaboración periodística se complementó con datos de la biografía “Héctor Mayagoitia Dominguez, el Gobernador de la Unidad” del autor Luis Ángel Tejada Espino.

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