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Este 1 de noviembre, la Iglesia Católica celebra a todos los santos, incluso aquellos que no están en los altares, pero que han dado su vida por Dios.
Pero también, la tradición popular, recuerda a esos bebés y niños difuntos y el día 2, a los adultos que ya no están en este mundo.
“La iglesia recuerda a todos esos hombres, mujeres, niños, niñas, familias, todas esas personas que han entregado su vida por Dios. Los más conocidos son los que están en los altares pero también a esos hombres y mujeres que han vivido su fe y que no están en los altares, por eso se llama la solemnidad de Todos los Santos”, explicó Rafael López, sacerdote y responsable del área de Comunicación Social de la Diócesis de Torreón.
“Son todos los amigos de Dios que han muerto a causa del evangelio, los que han entregado su vida al servicio de la evangelización”, agregó.
También en esta fecha, la tradición popular reconoce a estos niños que han fallecido como “angelitos o “santitos”, “y eso tiene una explicación porque los niños son inocentes, los niños no tienen ningún pecado, ninguna maldad, entonces se les considera dentro de esta milicia de los ángeles o de los Santos, por eso muchas familias el día primero lo toman como ese día de recordar a esos niños, que murieron sin pecado, que murieron sin maldad y que gozan de la presencia de Dios”.