Una vez que han caducado, los medicamentos pierden su eficacia y no ayudarán a aliviar los síntomas.
Todos los medicamentos tienen una fecha de caducidad. Tomarlos después de esa fecha representa un peligro para la salud. Los expertos advierten sobre estos riesgos.
Recientemente, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó que los medicamentos caducados también afectan al medio ambiente y son utilizados por laboratorios piratas.
¿Cómo saber si un medicamento está caducado?
Es importante comprobar la fecha de caducidad que aparece en el envase o blister (contenedor de pastillas). Se pueden tomar de forma segura hasta el último día del mes indicado.
Una vez que han caducado, los medicamentos pierden su eficacia y no ayudarán a aliviar los síntomas.
Otras señales para identificar si un medicamento ha caducado incluyen:
RIESGOS
Uno de los principales riesgos de tomar medicamentos caducados es la posibilidad de contraer infecciones causadas por bacterias u hongos.
Algunos pacientes han sufrido intoxicación por antibióticos caducados. En ningún caso se recomienda ingerirlos, ya sea por accidente o desconocimiento.
¿CÓMO DESECHARLOS?
Según Bárbara Alejandra Lerate Rosales, profesora de la Facultad de Química de la UNAM, desechar medicamentos caducados en la basura o en el inodoro es un problema grave que contamina el medio ambiente.
La mayoría de los medicamentos desechados se consideran residuos tóxicos, según la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos.
Además, los medicamentos caducados son utilizados por la industria pirata. En 2017, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios informó que se produjeron tres mil cien millones de medicamentos, de los cuales el 6% se encontraba en el mercado ilegal o informal.
Ante esta situación, Lerate Rosales recomienda fomentar la cultura del reciclaje para depositar los medicamentos en contenedores especializados en lugar de desecharlos en la basura.
Los contenedores para desechar medicamentos caducados están disponibles en farmacias, centros comerciales y centros de salud. La mayoría de ellos han sido instalados por el Sistema Nacional de Gestión de Envases y Medicamentos.
