El objetivo de elegir a una reina de la Feria del Algodón fue enaltecer a la mujer lagunera.
Este viernes, 1 de septiembre, se inaugura la edición 2023 de la Feria de Torreón, la cual se encuentra a dos años de llegar a su centenario, pues la primera Feria del Algodón en la ahora ciudad se celebró del 5 al 16 de septiembre de 1925, mismo año en que se coronó a Elvira Torres como la primera reina del evento, gracias a un concurso convocado en El Siglo.
En su libro Efemérides de la historia de Torreón, publicado por el Archivo Municipal, el historiador Ilhuicamina Rico Maciel recuerda que fue del 5 al 16 de septiembre cuando se celebró la primera Feria del Algodón.
Siendo así que justo en su arranque, el 5 de septiembre, fue coronada como reina de la feria la señorita Elvira Torres en el Teatro Princesa, dando paso a una serie de varios actos donde, primero, se realizó un desfile de carros alegóricos por la mañana del día siguiente; al mediodía, se abrió al público la casa de exposiciones y en la tarde hubo una corrida de toros en donde actuaron Joselito de Málaga y Guillermo Danglada.
Por la noche, la reina inauguró el alumbrado público en el bulevar Morelos.
Luego, el día 7 se realizó un concurso de aparadores entre las casas comerciales; el día 8 la numerosa comunidad española celebró la Fiesta de la Covadonga en el parque España, y, del 9 al 12 de septiembre de 1925, la celebración de la feria se limitó a las noches, en el cabaret de la exposición.
HISTORIA DE LA FERIA Y EL CONCURSO PARA ELEGIR REINA
Según escribió el mismo maestro Ilhuicamina Rico Maciel en esta casa editora, la iniciativa para una Feria del Algodón fue presentada por Eduardo Guerra, entonces secretario de la Cámara de Comercio, para la celebración del premio a la primera paca del año, y fue entusiastamente aceptada.
Previamente, la Casa Figueroa y de la Mora había instituido la costumbre de otorgar un premio al agricultor que cada año presentara la primera paca de la cosecha del mismo.
Con motivo de la organización de la primera Feria del Algodón, se realizó la designación de un Comité Organizador de la misma, el cual quedó integrado por Pedro Franco Ugarte, como presidente; Antonio Moreno, vicepresidente; Eduardo Guerra, secretario, y Juan Castillón, primer vocal.
Así, dieron inicio los preparativos y elaboración del programa de fiestas, concertándose un préstamo de 10 mil pesos para los gastos necesarios, y convocando también, por medio de la prensa, al público para elegir a la Reina de la Feria.
LA CONVOCATORIA Y LA CORONACIÓN
Por medio de El Siglo, según consta en la edición del 27 de junio de 1925, se lanzó la convocatoria para elegir a la primera Reina de la Feria del Algodón.
"El Siglo convoca a sus lectores para este torneo, que tiene por objeto enaltecer a la mujer lagunera", se leía en el anuncio de dicha convocatoria, publicado en esta cada editora, misma que, días después, a finales de agosto de 1925, también publicó el cómputo de los votos ganadores.
Algunas jornadas después, el sábado 5 de septiembre de 1925, comenzó una noche inolvidable con las hermosas celebraciones de la Feria del Algodón. A pesar de la lluvia que cayó sobre la ciudad de Torreón durante las primeras horas de la noche, la magnífica luminosidad del evento no se vio afectada, narra el historiador Ilhuicamina Rico Maciel, relatando que, en medio del aguacero, los carruajes llevaban a los asistentes frente al vestíbulo del Teatro Princesa, que a las nueve en punto lucía impresionante con luces y colores, y estaba tan lleno que no cabía ni una persona más.
La sala estaba adornada con buen gusto y elegancia. Los barandales de las plateas estaban decorados con grandes cortinas rojas, adornadas con franjas doradas y una gran flor de Liz en el centro. El trono, ubicado en tres plateas del lado derecho, era magnífico y también estaba decorado en rojo y oro. En el centro estaba el asiento real y banquetes para los miembros de la realeza. Como fondo, había un biombo de tres hojas cubierto de tela roja plisada. Además, se distribuyeron grandes jarrones de bronce decorados con flores por toda la sala. El resto de la sala estaba adornado con festones de musgo y gardenias, y "paneaux" de azucenas, señala el maestro Rico Maciel.
Entrada la noche, a las 10:15 horas en punto, el vibrante toque de corneta de la banda de guerra ubicada en el pórtico anunció la llegada del Cortejo Real. Encabezando la comitiva se encontraba la Princesa María, quien tenía al ingeniero Federico Cárdenas como Chambelán. A continuación, se sucedían las princesas con sus respectivas parejas: la Princesa Dolores de Gómez Palacio con el doctor Francisco Madrid, la Princesa Felisa de Lerdo con José Llorente, la Princesa Sara de San Pedro con Arturo Celis (hijo), y la Princesa Ana de Matamoros con Antonio de Juambelz. Por último, su Majestad la Reina Elvira llegó con Pedro Franco Ugarte. El deslumbrante paso del cortejo real, con la belleza de las damas y la suntuosidad de sus vestidos, fue recibido con una ovación estruendosa y única por parte de los asistentes.
En el escenario, se llevó a cabo un acto en el que, presentando una regia corona sobre un cojín entregado por un paje, Pedro Franco Ugarte la colocó sobre la cabeza encajada en blonda de la Soberana. Luego, colocó el cetro en su mano y le puso el collar. Todas estas joyas fueron especialmente diseñadas y exquisitamente confeccionadas para este acto. La orquesta interpretó el Himno Lagunero, ganador de un concurso especial, compuesto por el señor Mena Vásquez con letra de la señorita Leonor Flores. El himno fue cantado por un grupo de caballeros y señoritas. La letra decía:
Una vez instaladas Su Majestad y Sus Altezas en su trono y asientos, el ingeniero Alfonso I. Jaime pronunció un discurso en el que rindió homenaje y pleitesía a Su Majestad y Sus Altezas, elogiando fuertemente su belleza. Enalteció la grandeza de esta tierra y alabó las virtudes de sus habitantes. Concluyó expresando su confianza en el éxito seguro de su reinado en la Feria del Algodón, escribió durante 2019 el historiador Ilhuicamina Rico Maciel en una seria de fragmentos coordinados por Yeye Romo, para las páginas de sociales de esta casa editora.
Para cerrar aquella noche de coronación histórica, el maestro Rico Maciel detalla también que su Majestad Elvira pronunció unas breves palabras: "Acepto con gratitud el homenaje que se ha rendido, no solo a mí, sino a todas las mujeres de La Laguna que estoy representando. Hago sinceros y fervientes votos por la prosperidad de esta región y de sus habitantes". Y al terminar de hablar, entregó a uno de los Chambelanes un Real Decreto, escrito en pergamino, para que fuera dado a conocer a los súbditos, el cual decía así:
"NOS, ELVIRA, Reina del Algodón, por la voluntad Divina y popular, a los habitantes de mis dominios, sabed:
Que siendo urgente colocar a esta Comarca Lagunera a la vanguardia de las mexicanas, todos sus habitantes deben unirse para trabajar con entusiasmo por el engrandecimiento y la prosperidad de La Laguna.
Que siendo Torreón la capital de mis dominios, sus habitantes deben laborar para hacer de él un centro de riquezas y un centro de actividades fructíferas a base de tranquilidad y paz".
