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Como seguramente ya muchos sabemos, el pasado 25 de abril, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó la reforma que reduce la jornada laboral en México de 48 a 40 horas semanales. Con esto se busca tener 2 días de descanso por 5 laborados.
Hablando en cuanto a proceso legislativo, podemos decir que con esto arranca dicho proceso. Lo del 25 de abril fue la aprobación de la Comisión, por lo cual ahora debe pasar al Pleno de la Cámara de Diputados para ser aprobada ahí. Luego de esto, pasará a la Cámara de Senadores y, de ser aprobada por los Senadores, pasará al Poder Ejecutivo para su aprobación final y posterior publicación en el Diario Oficial de la Federación, y su entrada en vigor.
De ser aprobada esta reforma, implicaría importantes cambios en las proyecciones y metodologías de trabajo en las empresas para acoplarse a obtener el mismo resultado en menos tiempo. O bien, inyectar los recursos necesarios para mantener (o mejorar) los resultados actuales. Así mismo, se tendrían importantes puntos en las consideraciones de horas extras semanales por el tiempo laborado.
Recordemos que el año empezó con los siguientes incrementos en costos para las empresas en México:
A) Nuevas vacaciones: Aumento al doble de las vacaciones en el primer año. B) Salario mínimo 2023: Aumento del salario mínimo del 20% C) Rama de cesantía y vejez: aumento del % aplicable a esta rama de cuotas obrero patronales. D) Y ahora, los impactos de una reducción de la jornada reducida.
Estos cambios que ahora afrontan las empresas en México seguramente tendrán, como válvula de escape, un incremento significante en precios que llevará a una inflación muy retadora para el bolsillo de la gran mayoría de los mexicanos. Habrá que analizar si ahora ya salió más caro el caldo que las albóndigas con estos cambios, para la clase trabajadora en México.
Desde luego, el llevar a México a un mejor nivel de competencia teniendo como base la mejora de la calidad de vida de la gente es un gran paso para ser un mucho mejor país, por lo que la idea y el "obvio" objetivo es muy bueno. Sin embargo, los tiempos y las formas de ejecución es el problema, pues esto está forzando a que se den variables macro económicas que no le convienen a un país y menos como el nuestro. Aunado a que nos lleva a pensar en un trasfondo electoral más que a lo que verdaderamente debieran ser las razones de hacer esta mejora.
A juzgar por el enfoque del actual Gobierno y la tendencia que trae, es muy probable que esta Reforma efectivamente ocurra, por lo cual deberemos estar preparados como empresas para determinar los movimientos y consideraciones que tendremos que realizar para afrontar estos cambios que, a la óptima del empresario, mucho han impactado en los costos internos.
C.P. y M.I. LUIS A. ARRATIA DÍAZ[email protected]
