Durango es la única entidad federativa en donde no se cuenta con al menos una iniciativa sobre la 'Ley Vicaria'.
Hasta ahora, Durango es la única entidad federativa en donde no se cuenta con al menos una iniciativa sobre la "Ley Vicaria", señaló la regidora Martha Palencia Núñez.
Manifestó que la violencia vicaria es una forma de violencia de género que se ejerce contra los hijos e hijas para dañar emocionalmente a la madre.
Refirió que, en México, la "Ley Vicaria" ha tenido grandes avances, ya que, en 20 estados de la República ya fue aprobada.
Mientras tanto, en 31 de estos ya fue presentada una iniciativa que propone la creación de esta ley, mientras que, el estado más rezagado en este tema, es Durango.
Lamentó que hasta el momento, en Durango no se tiene por lo menos una iniciativa relacionada con dicha normativa.
"Como integrante de este Cabildo, exhorto a mis compañeras regidoras a cerrar filas con una servidora, para realizar mesas de análisis en conjunto con los diputados a través de la Comisión de Equidad de Género sobre el tema", dijo.
Si es necesario, hay que integrar una Comisión Especial, con el firme propósito de realizar una iniciativa de reforma a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para incorporar la "Ley Vicaria" a esta.
En el país, esta forma de violencia está reconocida en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y se considera una forma extrema de violencia psicológica.
La violencia vicaria puede incluir la manipulación emocional de los hijos e hijas para controlar o dañar a la madre, como hablar mal de ella, denigrarla, amenazarla o impedir que se comunique con los hijos.
También puede incluir el uso de los hijos e hijas como instrumentos de chantaje, como amenazar con quitárselos o hacerles daño si la madre no cumple con las demandas del agresor.
El término violencia vicaria, fue acuñado desde 2012 por la psicóloga clínica y forense, Sonia Vaccaro, tras más de cuarenta años como especialista en la prevención y atención de la violencia contra las mujeres.
Con esta violencia, es a la mujer a la que se quiere dañar y el daño se hace a través de terceros, por interpósita persona.
El maltratador sabe que dañar o hasta asesinar a los hijos, es asegurarse de que la mujer no se recuperará jamás de la agresión.
