
Cuando el cerebro se deshidrata
El consumo de agua no sólo sacia una necesidad física, también ayuda al óptimo funcionamiento del cerebro y a su manera de aprender.
Para la neuropsicóloga clínica Elizabeth Dávila, es importante aclarar que cuando se habla de hidratación nos referimos a todo el cuerpo, ya que el consumo de agua beneficia todas las células. Si bien es cierto que no está mal utilizar el término "hidratar el cerebro", no se puede hidratar de forma específica esta región.
“Es muy importante para este órgano que nosotros nos mantengamos en nuestros niveles hidroesquépticos siempre equilibrados, porque sabemos que nuestro cuerpo en su mayoría es agua y el cerebro no es la excepción. Entonces, para que se lleven a cabo todas las funciones electro clínicas adecuadamente, es importante que se encuentre este equilibrio de agua”, explica la especialista
Cuando nuestro organismo no recibe la suficiente agua y comienza a deshidratarse, todas las funciones se ven afectadas. Las células no pueden funcionar correctamente, lo que puede resultar en dificultades de concentración, irritabilidad, cambios de humor, fatiga y dolores de cabeza. Estos síntomas pueden empeorar con el tiempo y convertirse en problemas más graves.
Por lo tanto, para mantener una buena salud cerebral, el consumo de agua debe ser parte de nuestros hábitos diarios. Además del agua, ¿existen otros alimentos que contribuyan a la hidratación del cuerpo y beneficien al cerebro?, según la Neuropsicóloga clínica, sí.
“Hay otros alimentos que son ricos en agua, por ejemplo las frutas como el melón y la sandía, que son de la región y que tienen una gran cantidad de agua. Los cítricos, las verduras, por ejemplo. sin embargo, las personas necesitamos consumir agua y lo ideal es ingerir dos litros de agua al día y consumirla constantemente.
No hay que esperar a que nos dé sed para tomar agua, porque cuando ya percibimos esta sensación es porque ya estamos en ciertos niveles de deshidratación y eso lo tenemos que evitar”, expone Elizabeth Dávila.
La hidratación en la infancia
En cuanto a los niños, es especialmente importante asegurar su adecuada hidratación, ya que son una población vulnerable. Si los niños no reciben la suficiente agua, pueden experimentar dificultades de concentración, bajo rendimiento académico y comportamiento irritable.
“Tomar agua se tiene que volver una parte importante de nuestros hábitos de consumo. Muchas veces a los niños no les damos agua pura, sino juguitos, refresquitos, bebidas con sabor, porque a los niños les agrada más, pero con esto le estamos agregando azúcares añadidos a su dieta y a la larga puede traerles problemas de salud”, asegura la especialista.
En la temporada de calor, que suele ser muy fuerte en nuestra región, es crucial prestar atención a los niños, ya que es más fácil que se deshidraten.
Es importante diferenciar los síntomas de deshidratación de otras afecciones neurológicas y la especialista Elizabeth Dávila recomienda verificar si los síntomas ya mencionados mejoran con una adecuada hidratación.
“Si no funciona, pues ya habría que revisar qué otra cosa está pasando en los niños. A lo mejor hay que checar cómo está durmiendo, cómo está su alimentación, porque todo influye. Finalmente, en esta etapa es todo importante, desde una buena alimentación, hasta una correcta hidratación y las horas de sueño, porque pasan pasan mucho tiempo frente a las pantallas y es necesario que, antes de pensar en una patología o en un problema neurológico que está afectando su desempeño, habría que evaluar primero lo anterior”, explica Dávila.