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¿Deberían los empleadores limitarse a contratar solamente personas graduadas? Los efectos de la pandemia, la recesión potencial y la creciente inflación han hecho que los empleadores reconsideren sus políticas de capital y talento humano. Están dejando de concentrarse en los títulos universitarios y los nombres de los puestos, enfocándose más en las habilidades que un empleo requiere y las que el candidato posee.
El giro hacia el empleo basado en habilidades puede ayudar a ambos, las empresas y los empleados. Grandes empresas como Boeing, Walmart e IBM han firmado convenios con Rework America Alliance -colectivo que ayuda a millones de trabajadores de bajo salario a escalar puestos más altos que ofrecen mejores sueldos, movilidad económica y también resiliencia hacia la automatización-, eliminando el requisito de título universitario en algunos puestos de trabajo y trabajan con otras organizaciones para apoyar el progreso de los trabajadores hacia puestos con mejores sueldos.
El interés en las prácticas de contratación basadas en habilidades, no se limita al sector privado. En mayo de 2022, el estado de Maryland anunció que ya no pediría título universitario para casi el 50% de sus puestos, abriendo muchas oportunidades en empleos de salud, seguridad, e ingeniería a un número mucho mayor de solicitantes.
Las empresas privadas reconocen que la practica basada en habilidades es una poderosa solución para enfrentar los retos que se han intensificado desde la pandemia. Los empleadores están batallando mucho para encontrar los candidatos idóneos para puestos importantes y para retener el talento que contratan. Mediante las políticas de contratación basadas en habilidades, las empresas pueden aumentar el número y la calidad de los solicitantes de empleo que aplican para puestos disponibles y pueden ayudar a los trabajadores a encontrar más oportunidades para ascender internamente, lo cual mejora la retención en la empresa y también puede ayudar a la sociedad en general creando más y mejores oportunidades de empleo para un universo de trabajadores más amplio y diverso.
Este año, Rework America lanzó un programa de 10 semanas para ayudar a los empleadores a adoptar prácticas de contratación basadas en habilidades. Las empresas participantes son la mayoría pequeñas empresas junto con algunas grandes empresas. El programa consiste de cuatro talleres y sesiones individuales de asesoramiento. En estas sesiones individuales, los participantes hicieron cambios significativos en sus estrategias de atracción de talento para alinearse con las prácticas basadas en habilidades.
La contratación basada en habilidades crea una fuerza de trabajo resiliente -dispuesta a adaptarse a los cambios-, y puede ser una estrategia muy atractiva para los empleadores para prevenir el desgaste y el agotamiento los cuales ya son relevantes en esta era de COVID-19. Los resultados del desarrollo de esta nueva fuerza de trabajo han sido 5 veces más evidentes en el buen desempeño del trabajo que la política de contratar en base solo a experiencia, además, los trabajadores sin título universitario tienden a estar en su empleo 34% más que los empleados titulados.
El progreso de los empleados con la contratación basada en habilidades puede tomar diferentes formas, sin embargo, independientemente del puesto en el que los empleados inician, los empleadores pueden apoyar el desarrollo del empleado con las siguientes cuatro medidas:
1. Mostrar claramente a los empleados el futuro potencial de su trabajo en la empresa.
2. Conversar con los empleados acerca de sus áreas de interés y usar esa información para determinar qué camino tomar para su desarrollo.
3. Determinar cuáles habilidades del empleado pueden ser aplicables en un nuevo puesto y cuales nuevas habilidades deben aprender para tener éxito.
4. Desarrollar un programa de capacitación para el desarrollo de nuevas habilidades para preparar a los empleados para su ascenso potencial.
Por supuesto, existen barreras para implementar las prácticas de contratación basadas en habilidades, y existen en ambos lados, en los empleadores y en los empleados. Para los empleadores es difícil implementar esta práctica a todo lo largo del desarrollo de talento después de iniciadas las primeras etapas, no es tan simple eliminar los títulos universitarios de los requisitos para el empleo. Los retos más mencionados por los empleadores son la fuente de candidatos con las habilidades requeridas, la validación de esas habilidades y el camino para continuar desarrollando las habilidades de los empleados.
Los trabajadores a su vez, encuentran muy difícil lograr eliminar la brecha entre las habilidades existentes y las habilidades nuevas que se deben adquirir para continuar progresando. Los trabajadores inician en su empleo con fuertes habilidades, aun así, requieren desarrollar habilidades específicas para progresar y, desafortunadamente no hay un camino corto para que aprendan y, por otra parte, no muchos empleadores implementan la asesoría a los empleados para que adquieran nuevas habilidades.
Los empleadores ya empiezan a notar como las prácticas de contratación basadas en habilidades pueden expandir su acceso al talento. Y cuando las empresas adoptan estas prácticas, los empleados están mejor equipados para encontrar empleos basados en sus propias habilidades más que en su s grados escolares o sus años de experiencia. Ya es tiempo de comprometer recursos y apoyo para acelerar la adopción de estas prácticas y construir así una sociedad con más prosperidad equitativa.
Fuente de referencia: Bryan Hancock, Nikhil Patel, Chris Higgins, Jonathan Law, Sarah Olson y Katie Van Dusen. Mc Kinsey & [email protected]
