La compañía ofrecera una función mensual hasta el próximo mes de diciembre (CORTESÍA/GREGORIO MUÑOZ)
En su libro Cómo acercarse a la danza, el crítico mexicano Alberto Dallal expone que no existe un modo único de enfrentarse a esta disciplina. Por el contrario, las maneras de abordar el arte dancístico son diversas, infinitas, como si se tratara de raíces que llegan hasta la profundidad del espectador.
Cuerpo humano, espacio, movimiento, impulso, tiempo, forma, público, silencios, son algunos de los ingredientes que dan vida al maridaje de la danza. En especial, la danza contemporánea (escribe Dallal en su texto) ha sido capaz de captar los nuevos hábitos y cultura del cuerpo, se plantea cuestiones y en sus coreografías busca respuestas; resignifica, transforma el escenario.
Desde hace 25 años, el desierto lagunero ha albergado la presencia de la compañía Mezquite Danza Contemporánea. Su rizoma es registro de retos y decisiones, testimonio de bailarines, mosaico de coreografías y conciencia de su propio entorno.
Fue el pasado sábado cuando la compañía inició los festejos por su primer cuarto de siglo. En punto de las 20:00 horas, en una función gratuita, el escenario del Teatro Isauro Martínez (TIM) testificó el programa ‘Reencuentros’, una propuesta conformada por cuatro piezas, cuyo hilo discursivo radicó en el concepto del humanismo a través de la poética y la locura.
La noche inició con ‘Disociación’, de Juan Pablo Nuncio, donde la coreografía, con tintes de tristeza, hace guiño a una casa psiquiátrica. Le continuó una obra de Judith Tellez, en la cual la bailarina Berenice Ovalle logra ejecutar un solo que dibuja la soledad de una mujer. En tercer turno apareció ‘De la contemplación solitaria’, de Alam Sarmiento, dotada de lentitud y un punteo coreográfico que indica composiciones más orilladas a la teatralidad. Finalmente, la función cerró con Sextante, de Sara Ovalle, que representa el paso coreográfico más importante de la autora al abordar el amor de manera profunda.
“Ese fue el programa ‘Reencuentros’. Es decir, nos reencontramos con el público, nos reencontramos con la escena, nos reencontramos con nosotros mismos en el espacio físico, emocional, que produce un teatro y que no produce la clase ni la convivencia. Es decir, el de la locura más o menos ordenada”, indicó el maestro Jaime Hinojosa, fundador y director artístico de la compañía.
Así mismo, Mezquite DC alista los preparativos para una función de estrenos que acontecerán el próximo 7 de junio, también sobre el escenario del Teatro Isauro Martínez, pues se indicó que la compañía ofrecerá una función mensual hasta el próximo mes de diciembre y se retomaran escenarios como la calle, asociaciones y el Centro de Readaptación Social (CERESO).
Además, la compañía tratará de levantar el Concurso de Coreografía de Danza Contemporánea del Noreste y el Festival de Danza Contemporánea de la Comarca Lagunera, alista la edición de un libro conmemorativo, prepara una gira ante la invitación del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) para presentarse en agosto en el Teatro de la Danza (Ciudad de México) y existe la posibilidad de establecer otra gira en la Sala Miguel Covarrubias de la UNAM.
