Los Estados miembros han enviado a la Comisión más de 300 preguntas para pedir más datos sobre la iniciativa. (ARCHIVO)
El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, dijo este lunes que "es momento de avanzar a posiciones fiscales más prudentes" en los países de la Unión Europea dado el contexto de alta inflación y subidas de tipos de interés.
"Es importante reducir gradualmente los déficits presupuestarios para que la política fiscal no contradiga a la política monetaria y no alimente la inflación, pero también a la vista de los costes de financiación más altos", dijo a su llegada a la reunión del Eurogrupo.
Dombrovskis consideró que, pese a la mejora de las previsiones para la economía europea, "no hay tiempo para la complacencia" puesto que el crecimiento es "bastante lento", persisten la incertidumbre y las perturbaciones generadas por la guerra rusa contra Ucrania; y los Estados todavía tienen que lidiar con los altos precios de la energía y la elevada inflación.
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona analizarán este lunes las últimas previsiones macroeconómicas del Ejecutivo comunitario, publicadas esta mañana, como punto de partida para que la Comisión publique en marzo directrices para elaborar los presupuestos de 2024 y antes de abordar mañana, junto al resto de países de la UE, la revisión de las reglas de control del déficit y la deuda.
En este sentido, Dombrovskis reiteró que la intención de Bruselas es hacer una propuesta legislativa para reformarlas una vez que la cuestión se haya debatido de nuevo en marzo, tanto a nivel de ministros como entre los jefes de Estado y de Gobierno en su cumbre de finales de ese mes.
La vicepresidenta económica española, Nadia Calviño, urgió al Ejecutivo comunitario a presentar "cuanto antes" este proyecto legislativo para que las negociaciones avancen "lo máximo posible" bajo presidencia sueca de la UE en el primer semestre y culminarlo, "si es posible", durante la presidencia española en la segunda mitad de año.
Bruselas publicó a finales de 2022 una primera comunicación -no legislativa- en la que planteó sendas individualizadas de reducción de deuda para cada país, que tengan en cuenta sus circunstancias y puedan negociarse con la Comisión, a cambio de un control más estricto del cumplimiento de las mismas a posteriori.
Los Estados miembros han enviado a la Comisión más de 300 preguntas para pedir más datos sobre la iniciativa y muchos tienen dudas sobre cómo funcionarían en la práctica las sendas nacionales y las salvaguardas que habría, según la propia institución.
La ministra holandesa de Finanzas, Sigrid Kaag, cuyo país presentó una contribución junto con España de cara a la reforma, señaló que su país está a favor de que haya "espacio y tiempo para las sendas nacionales de reducción de deuda", pero insistió en que las "las medidas tienen que estar claras", debe haber "transparencia" y "supervisión reforzada" en caso de que los países se desvíen, así como "sanciones progresivas".
"Necesitamos la zanahoria y el palo", dijo hoy Kaag, quien consideró "inviable" mantener suspendidas las normas fiscales más allá de 2023 aun cuando no se logre un acuerdo para reformarlas.
