A quince días de comienzo del conflicto bélico israelí-palestinos, la región se ha convertido en un lugar de sufrimiento donde la muerte y la destrucción son predominantes, debido a los implacables ataques aéreos y de artillería de Israel en la Franja de Gaza, cuyas municiones lanzadas por las Fuerzas Armadas de Israel equivalen a un cuarto de una bomba nuclear, de acuerdo con un informe publicado por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA, por sus siglas en inglés).
El informe detalla que durante el octavo día de la operación militar israelí "Operación Espadas de Hierro" en Gaza, se documentó el asesinato de al menos 14 palestinos por hora. Hasta el momento, esta operación ha incluido el lanzamiento de más de 6 mil bombas en una zona densamente poblada con más de dos millones de habitantes.
Los civiles en Gaza se encuentran sin refugio y viven en condiciones inhumanas, con servicios básicos como electricidad, agua, comunicaciones e internet siendo escasos, lo que representa una grave amenaza para la seguridad alimentaria.
El gabinete de seguridad israelí aprobó un estado de guerra en la Franja de Gaza en respuesta a un ataque armado de Hamas contra Israel llamado "La inundación de Al-Aqsa," que resultó en la muerte de aproximadamente 1,400 israelíes y la captura de docenas de ellos. Desde entonces, el ejército israelí ha llevado a cabo miles de ataques aéreos y de artillería, dirigidos a barrios residenciales y edificios de varios pisos en Gaza.
Las cifras más actuales informan que al menos 4,385 palestinos han perdido la vida y el número de heridos se elevó a más de 14,000, con más de la mitad de ellas siendo niños y mujeres.
El informe señala que Israel continúa intensificando sus ataques en toda la Franja de Gaza, incluyendo la destrucción completa de vecindarios residenciales, lo que ha resultado en la muerte de al menos 82 familias en actos de violencia colectiva.
El observatorio internacional de derechos humanos también ha registrado 98,000 edificios residenciales destruidos o dañados, la destrucción de 65 edificios gubernamentales y la pérdida de 71 escuelas, 145 instalaciones industriales, 61 sedes de medios, 18 mezquitas, además del daño a decenas de antiguas iglesias y mezquitas.
Como resultado de estos ataques, la Franja de Gaza ha experimentado un desplazamiento masivo, con más de 1.4 millones de personas desplazadas hacia escuelas de la ONU, instalaciones gubernamentales y hogares de familiares y vecinos, donde más de 450,000 personas se vieron forzadas a abandonar sus hogares debido a los daños causados por los ataques aéreos israelíes.