
Se estima que unas 54 mil 962 hectáreas no fueron sembradas debido a factores como mal clima, falta de créditos o la falta de dinero. (EL SIGLO DE DURANGO)
De acuerdo a los hallazgos del Censo Agropecuario, en su edición 2022, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el principal problema que enfrentan las unidades de producción agropecuaria en Durango es el alto costo de los insumos y servicios, con un 94.9 por ciento.
La pérdida de fertilidad del suelo es otro de los factores negativos que deben enfrentar los productores agropecuarios en el estado, con el 34 por ciento.
La emergencia por covid-19 parece no haber sido superada, toda vez que el 29.2 por ciento de los encuestados refirió que se enfrentó a una caída de precios o disminución de ventas a raíz de la pandemia.
Para un 16.7 por ciento de los encuestados para la realización del Censo, una de las dificultades más graves que enfrentan es la comercialización de sus productos, debido a la existencia de intermediarios.
La edad de los productores también se convierte en un factor en contra. Al menos el 15.2 por ciento de los encuestados refirió que la edad o algún padecimiento hace más difícil el trabajo en el campo.
En Durango, para el 13.1 por ciento de los encuestados la inseguridad es un factor en contra para la realización de actividades agropecuarias, mientras que para otro 12.5 por ciento el problema principal se centra en la escasez de mano de obra, finalmente, las dificultades para la transportación de insumos o productos afectan a un 12.4 por ciento de los encuestados.
MEJORES DECISIONES
Desde 1930, México empezó a recolectar datos estadísticos relacionados a la producción agrícola y ganadera en el país; sin embargo, desde 2007 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía no había actualizado la información al respecto.
Ahora, con la actualización de 2022, se conoce que de los 12.3 millones de hectáreas de superficie con que cuenta el estado de Durango, unos seis millones 287 mil 330 hectáreas están consideradas con uso y vocación agropecuaria o aprovechamiento forestal, no obstante, los productores refieren una cifra ligeramente menor (seis millones 219 mil 042).
En el desglose se establece que para uso agrícola, ya sean superficies sembradas o no sembradas, se tiene un total de un millón 149 mil 398 hectáreas, mientras que de agostadero, pastos naturales, aprovechamiento forestal, enmontada, bosques o selvas Durango tiene cuatro millones 844 mil 921 hectáreas.
Finalmente, con otro uso, que incluye superficies con construcciones como corrales, zonas erosionadas y otro tipo de áreas, son 224 mil 723 hectáreas en la entidad.
A nivel estatal se tienen contabilizadas 103 mil 857 unidades de producción. De ellas, 91 mil 425 son unidades de producción agropecuaria activas, 789 unidades de producción forestal también activas y 11 mil 643 unidades de producción agropecuarias en descanso.
ÁREAS DE SIEMBRA
El Censo Agropecuario estima que son 943 mil 024 hectáreas la superficie agrícola total contenida en las unidades de producción activas en el estado, de ellas en 2022 fueron 817 mil 826 hectáreas sembradas y 125 mil 198 hectáreas que se quedaron inactivas.
De las hectáreas en descanso, se estima que unas 54 mil 962 hectáreas no fueron sembradas debido a factores como mal clima, falta de créditos, enfermedad de los productores o la falta de dinero de los propietarios. El resto (70 mil 235 hectáreas), están en descanso.
ESTADO 'TEMPORALERO'
Durango es un estado cuya producción agrícola es temporal. De acuerdo a los hallazgos del Instituto de Estadística, en la entidad, de las 943 mil 024 hectáreas susceptibles de siembra, el 79.0 por ciento son de temporal, esto es unas 746 mil 644 hectáreas. El resto, un mínimo 21.0 por ciento son hectáreas que se cultivan a través de mecanismos de riego. Esto es apenas 196 mil 380 hectáreas.
Los cultivos más producidos en Durango son: el maíz, con dos millones 328 mil 168 toneladas anuales; la avena, con un millón 372 mil 973 toneladas al año y el sorgo, también con un millón 073 mil 186 toneladas, todos en la modalidad de forrajeros. Le siguen el maíz blanco, que cae hasta las 275 mil 918 toneladas producidas por año; frijol, con 127 mil 706 toneladas y melón con 84 mil 049 toneladas producidas en el ciclo.
En lo que respecta a cultivos perennes, el Censo Agropecuario establece que la alfalfa, con dos millones 485 mil 473 toneladas producidas cada año, es el cultivo más importante. Le sigue el pasto cultivado, con 11 mil 128 toneladas; el nopal verdura, con 10 mil 222 toneladas; la nuez, con nueve mil 837 toneladas; la manzana con siete mil 818 toneladas y el agave con mil 430 toneladas producidas cada año en el estado.
AGRICULTURA PROTEGIDA
En el estado, la modalidad de agricultura protegida no está para nada extendida. De la superficie total apenas 389 hectáreas se utilizan para cultivos bajo este modelo de cultivo. Se estima además que son apenas 128 las unidades de producción de este tipo en todo el estado.
El jitomate o tomate rojo es el cultivo más extendido a través de la agricultura protegida en Durango con la siembra de 151 hectáreas que producen 22 mil 742 toneladas anuales en Durango.
Le sigue la producción de chile, con un estimado de 104 hectáreas sembradas, lo que da como resultado seis mil 731 toneladas de este cultivo en el estado por año.
De Manzana son 39 las hectáreas sembradas, con un aprovechamiento de 61 toneladas por año, de acuerdo a los resultados obtenidos a través de las encuestas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
El pepino y la fresa son otros de los cultivos que se gestionan a través de agricultura protegida, pero son más bien marginales. De ambos solo se cultiva una hectárea y el aprovechamiento es de 22 y 65 toneladas por año, según los datos disponibles.
MANO DE OBRA FEMENINA
Si bien, el 89.2 por ciento del total de mano de obra que se emplea en las diferentes unidades de producción es masculina, en los últimos años se ha incrementado la participación de las mujeres en las labores del campo.
En el Censo Agropecuario de 2007, se estimó que apenas el 10.3 por ciento de quienes trabajaban en una unidad productiva eran mujeres, para 2022 el porcentaje se elevó hasta 10.8 por ciento.