
La vicepresidente estuvo 24 horas en los Emiratos. (ARCHIVO)
En sustitución del presidente Joe Biden, la vicepresidenta Kamala Harris voló al Medio Oriente para abordar un par de desafíos que han inquietado a la Casa Blanca durante décadas: El cambio climático y el conflicto palestino-israelí. Cada uno de ellos conlleva el riesgo de sufrir un revés político de cara a las elecciones presidenciales del próximo año.
Harris estuvo sólo 24 horas en Dubái, menos tiempo del que le llevó llegar a los Emiratos Árabes Unidos y luego regresar a Washington.
La incómoda doble agenda durante el viaje de Harris a Dubái, organizado apresuradamente, ilustra un conjunto de corrientes políticas complejas y en ocasiones potencialmente contradictorias. El gobierno de Biden intenta navegar en estas contracorrientes justo cuando se intensifica la contienda presidencial para el 2024.