
Una buena entrada se dio ayer en la cancha del Corona, pero Santos y San Luis brindaron poco espectáculo en el cierre del torneo. (JORGE MARTÍNEZ)
Partido nocturno en el estadio Corona, el último de todo el torneo mexicano, para guardar una pausa y dar paso a la liguilla, fase en la que estarán los Guerreros del Santos y por ello, sus aficionados fueron a celebrarlo en casa.
Ya con el clima un poco fresco, es pretexto suficiente para sacar a lucir la sudadera, la chamarra que había sido el regalo de la pasada Navidad y había estado únicamente en el guardarropa, por lo que no faltó el despistado que traía su prenda colgando bajo el brazo, luciendo aún su etiqueta. En la explanada al buscar las puertas de acceso, la conversación giraba en torno al partido que se jugaba en ese momento, "¿cómo va Cruz Azul? ¿Si gana, contra quién vamos?" preguntaban los aficionados santistas, haciendo planes para la liguilla.
Cómodamente sentados en sus lugares, los fanáticos se aprestaban a atestiguar el inicio del partido, antes del cual, se guardó un minuto de silencio, en respetuosa memoria de Néstor Damián Ángeles Rodríguez, joven árbitro de apenas 21 años de edad, que lamentablemente falleció víctima de un accidente automovilístico, cuando se trasladaba a Mazatlán para pitar un duelo juvenil entre Chivas y Cañoneros. Con el silbatazo inicial, empezó también la espera por un futbolista inspirado que tomara el protagonismo y creara peligro en la portería rival, pero ello simplemente no ocurrió, escaso de emociones, el primer tiempo tuvo una opción para cada equipo, más clara para el San Luis con un penalti sacado de quién sabe dónde, pero ninguna de las dos escuadras supo aprovechar.
En el medio tiempo se festejaron los 12 años de la fundación del Territorio Santos Modelo, fecha que se cumplirá este jueves y que llena de orgullo a los laguneros, quienes siguen gozando de tener un complejo deportivo de élite mundial. Pero los fuegos artificiales y la mención del aniversario pasaron casi desapercibidos, con los aficionados decepcionados ante el escaso espectáculo y aprovechando la interrupción del partido para rehidratarse y buscar algo de comer.
Para el segundo tiempo, el guión de la película no cambió, con un equipo potosino ultra defensivo, priorizando el no recibir gol y unos Guerreros incapaces de abrir el ostión, aunque Guillermo Almada buscó respuestas en el banco de suplentes, los minutos pasaban y el gol no caía, nunca cayó. Terminó el decepcionante partido y los santistas despidieron a sus jugadores entre aplausos, no hubo abucheos en esta ocasión, comprendiendo que es apenas el primer capítulo de una historia que tendrá a los mismos protagonistas dentro de unos días, pero que seguramente se jugará con una intensidad muy distinta.