(EFE)
La pretendida reforma político-electoral del presidente viola el pacto federal vigente en nuestro país desde 1824, al proponer la extinción de Tribunales Electorales y Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES) en cada una de las entidades federativas del país.
El Artículo 40 de la Constitución, en el que se fundamenta dicho pacto, establece que “es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”.
El vicepresidente de la Confederación de Colegios y Asociaciones de Abogados de México (Concaam), José Lorenzo Natera indicó que las entidades federativas que integran este pacto federal, son libres y soberanos en su régimen interior, por lo que la polémica propuesta resulta violatoria.
Y es que argumentando el “gigantismo de los órganos locales electorales” y la “irrelevancia de los tribunales locales”, la iniciativa de reforma político-electoral del Ejecutivo propone su extinción junto con la estructura distrital del INE.
Con ello, prácticamente el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) con el que se pretende sustituir al INE, sería el único ente que centraría la organización de todos los procesos electorales en el país, desde los municipales y estatales hasta federales, apoyado únicamente de órganos temporales auxiliares.
