Y tenía que perderlo todo, un amor, una familia, una ciudad, o dos, o tres.
Y tenía que perder mi identidad, mi casa, mi dinero, mis libros, mi guitarra, mi perro, mi dignidad.
Y tenía que llorar hasta vaciar mi alma, hasta sentir que no podía más, hasta que me golpeara la soledad.
Y tenía que morir en todos los sentidos, hasta quedar sin esperanza, confuso, sin ganas.
Y recuerdo la esquina en la que me encontraba, en el fin del mundo, con una vela alumbrando mi cara, acompañado por mi sombra, rodeado de mis miedos, mis inseguridades y debilidades.
Y no podía negarlos, me retaban, me enfrentaban
Y me toco abrazarlos, aceptarlos, hacerlos míos, fundirme en ellos.
Y cuando no tenia nada, cuando no podía mas, cuando estaba quebrado física, espiritual y emocionalmente… decidí.
Decidí quererme, aceptarme, perdonar, perdonarme, limpiar mi cara, mi llanto.
Decidí tomar fuerza de donde no tenia, pedir ayuda, tomar manos amigas, reducir mi ego y confiar, querer, amar.
Y hoy estoy aquí, mas fuerte, mas completo, mas yo.
Decidí, regresar de las cenizas, la obscuridad, de las tinieblas, decidí renacer, como el ave fénix.
Te invitamos a inscribirte en nuestra pagina www.vibremospositivo.com para darte mas información de nuestro movimiento y seguirnos en Facebook como vibremospositivo, en Instagram como @jorge_lpz, @vibremos_positivo2020 escribenos a [email protected]