Siete personas fueron notificadas de su despido de la dependencia.
Trabajadores del Instituto Duranguense de la Juventud (IDJ) tomaron las oficinas y cerraron la calle al exterior de la dependencia para externar su molestia por el despido injustificado y la falta de pago de la última quincena.
Benjamín Díaz, jefe de la Oficina de Vinculación del IDJ, informó que son siete los trabajadores recientemente notificados de su despido, de una plantilla de 27."Del área jurídica nos notificaron que teníamos una cita en Consejería Jurídica del Estado, para informarnos de nuestro despido", comentó.
A unos les dijeron que desde ayer dejaban de ser parte del Instituto y a otros que a partir del 31 de diciembre están fuera.
"Además nos dijeron que no tenemos ningún derecho a la liquidación por despido injustificado, debido a que estamos contratados por contrato. Por cierto, la mayoría de los contratos tienen irregularidades", anotó. Dijo que en su caso, ni siquiera tiene firmado el contrato, por diversas irregularidades al interior de la dependencia estatal.
Comentó que por indicaciones de la directora, Mayté Manzanera Aldana, fue retenida la quincena que corresponde al periodo del 16 al 30 de noviembre del año en curso.
Esto afecta de forma directa al personal, pero tienen un mayor impacto en trabajadoras que son madres solteras y viven directamente del salario, que de por sí es bajo.
"Aquí no tenemos ninguna garantía social, ni prestaciones, solamente un salario extremadamente bajo, además de que tenemos alrededor de 70 días con un horario laboral diario de hasta 14 horas.
Ante la falta de respuesta de las autoridades competentes, los afectados decidieron cerrar las oficinas de la dependencia ubicada en Francisco Sarabia No. 202, en el Barrio de Analco.
De igual manera, colocaron butacas y un vehículo para bloquear el tránsito vehicular frente a las oficinas de la dependencia estatal.
Los manifestantes señalaron que mantendrán la protesta hasta recibir una respuesta convincente por parte de la autoridad, pues si los despiden, merecen una liquidación justa.
Algunos tienen cuatro, tres y dos años trabajando en la dependencia, que dicho sea de paso, no está sobrada de personal, por lo mismo "todos hacen de todo".
