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Tras el fin del Título 42, así como la llegada de cientos de migrantes en busca de asilo, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó retomar las revisiones de tráileres de México con dirección a Estados Unidos por la frontera de Ciudad Juárez-El Paso.
Líderes empresariales advirtieron que se presentarán pérdidas millonarias por los retrasos en los cruces de camiones de carga con dirección a EUA.
Además, a través de un comunicado publicado en sus redes sociales que solicitó al fiscal general de Texas, Ken Paxton, una investigación sobre "el papel de las ONG en la planificación y facilitación del transporte ilegal de inmigrantes ilegales a través de nuestras fronteras".
Abbott justificó su pedido en "informes recientes" que aseguran que "las organizaciones no gubernamentales pueden haber ayudado con los cruces fronterizos ilegales cerca de El Paso".
En un lapso de 24 horas, según la oficina del Gobernador de Texas, más de dos mil 600 migrantes cruzaron la frontera entre El Paso, Texas y Ciudad Juárez, Chihuahua, para entregarse a las autoridades de la Patrulla Fronteriza y solicitar asilo político.
