La postura de la oposición seguirá siendo de rechazo a la iniciativa de reforma electoral. (ARCHIVO)
El diputado federal, José Antonio Gutiérrez Jardón aseguró que la postura del PRI y de toda la oposición seguirá siendo de rechazo a la iniciativa de reforma electoral, cuya discusión estaba prevista para ayer martes pero el partido Morena decidió aplazarla una semana.
"Sea esta semana o la próxima, el voto será en contra de la reforma electoral", sentenció, al resaltar que el rechazo es tajante porque atenta contra el INE, los tribunales electorales y organismos públicos locales.
El presidente, dijo, sabe que esa es la postura de la oposición y por ese motivo insiste en descalificarlos, al asegurar que buscan mantener a los diputados plurinominales a toda costa, cuando su propuesta es que todos los legisladores sean electos por el mismo método, mediante la integración de listados para que la ciudadanía vote por los partidos que los proponen.
Refirió también que la discusión se pospuso porque algunos diputados del mismo partido Morena, promovieron reservas para expresar su rechazo a la propuesta del presidente.
Ni siquiera la interior del partido oficial han construido los acuerdos, por lo que decidieron aplazar la discusión con el argumento de que van a hacer una revisión de la propuesta, según dio a conocer el coordinador de los diputados morenistas, Ignacio Mier.
Gutiérrez Jardón indicó que a esto se suma la resistencia de los legisladores del Verde y el Partido del Trabajo, quienes no están de acuerdo en el punto de suprimir las alianzas entre los partidos, ya que éstos prácticamente desaparecerían y perderían el registro.
Por este motivo, consideró que ni siquiera las leyes secundarias que constituyen el plan B del presidente Andrés López Obrador, van a pasar puesto que se requiere una mayoría simple que no van a tener.
El diputado federal manifestó en ese sentido que de aprobarse, dichas leyes secundarias serían violatorias a la Constitución y se crearía una situación similar a la que se dio con la reforma eléctrica, que la mayoría del Congreso rechazó y debido a esto emitieron una legislación secundaria para dar marcha atrás a los contratos con empresas extranjeras, por lo que se generaron disputas con Estados Unidos.
