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Padre Eduardo Anaya Sanromán

Santos de la iglesia… demonios de la calle

El padre Eduardo Anaya Sanromán lanza un llamado a la coherencia y a una vida examinada

El padre Eduardo Anaya Sanromán, de la Sociedad de Jesús, llama a reflexionar sobre los comportamientos que dañan al prójimo.

El padre Eduardo Anaya Sanromán, de la Sociedad de Jesús, llama a reflexionar sobre los comportamientos que dañan al prójimo.

MARTÍN CHÁVEZ

Hay gente que apenas termina su participación en alguna ceremonia religiosa e inmediatamente vuelve a su comportamiento tóxico que tanto daño causa al prójimo y a sí mismo.

(Jesús es más que persignarse, hincarse y hacer de esto alarde, él sabe que quizás por dentro la conciencia les arde), dice Arjona en su canción Jesús Verbo, no sustantivo.

En un salón de juntas, dentro de la iglesia de San Judas Tadeo, en la colonia Las Torres, el padre Eduardo Anaya Sanromán, de la Sociedad de Jesús, aborda el tema y lanza un llamado a la autenticidad; Dios, nos creó por amor y para el amor, aunque libres para decidir; sin embargo debemos ser coherentes, pues una vida no examinada, no vale la pena.

La Cuaresma es una provocación a todas las personas para recordar el verdadero sentido de la vida, -lo económico, lo material, lo político--, es importante, pero lo primero es amar, mucha gente participa en las actividades de cuaresma, pero lo más necesario es ponernos en esa postura que propone Dios, según nuestras creencias, añade.

"Yo siento que las personas que van a la iglesia, lo hacen porque necesitan encontrar un consuelo, un sentido profundo; la pregunta es ¿porqué si vamos, al salir contradecimos lo que escuchamos, y retomamos esos actos negativos, de venganza, de mal comportamiento?, ahí está el misterio del mal", sostiene el vicario en la pastoral juvenil de San Judas Tadeo.

El Papa Francisco -recuerda- tiene un pensamiento: la iglesia no es un museo de santos, la iglesia es un hospital de pecadores, es un campo de batalla y en este tipo de temas, creo que los sacerdotes, algo estamos haciendo mal, pues tenemos una responsabilidad con la gente, sin embargo, las estructuras no cambian, aunque en mi experiencia, considero que hay más personas haciendo el bien, que personas haciendo el mal.

Anaya Sanromán abunda y explica que el corazón humano está un poco dividido y no hay nadie que pueda afirmar "yo ya tengo todo bajo control, yo ya conocí a Cristo y ya no tengo fallas, no es cierto, siempre estamos en proceso, ese sería uno de los sentidos hondos de la cuaresma".

(Incluso, muchas personas que presencian representaciones religiosas en el cerro de Las Noas o en colonias, lo hacen expresando todo tipo de groserías, sin respeto alguno a los actores y a la convocatoria a la reflexión)… Javier de Santiago, exintegrante del Círculo de Estudiantes Católicos (CEC).

En la iglesia hemos identificado que falta una profundidad espiritual, tanto en curas, monjas, nos falta tener tiempo de contemplación con los servicios pastorales, tiempo de silencio, de escuchar primero al que habla por dentro, el Papa dice que es más importante la realidad que la idea…la vida misma es el libro más importante de todos y muchas veces, es el libro que menos consultamos.

Por otra parte, el padre Eduardo considera que si no se contempla la fe desde la oración y el silencio, no tiene ningún efecto lo que se predica y debemos tener mucho cuidado, pues a veces queremos un Dios a nuestra medida, que se comporte como yo quiero, que me de lo que quiero o lo que quiero me lo conceda.

En éste y muchos temas más, hay una esperanza, pues se observa una erupción muy grande con la participación de los laicos, de hombres, mujeres, esposas, padres de familia en las estructuras de la iglesia, en toma de decisiones que a muchos no les gusta, obviamente a quienes tienen algún privilegio.

A nosotros los sacerdotes nos dijeron en el seminario "tú eres el elegido, la lámpara y ahí es donde se mete el maligno, pero afortunadamente surgen también críticos de la iglesia para recordar que la iglesia no sólo es la jerarquía, sino todos los que hemos sido bautizados, entonces se está dando esa purificación y renovación de la iglesia", explica.

(El respeto se perdió, ya no es como antes, en la procesión del silencio había más gente interesada en sacar selfies y mandar mensajes por el celular, que en participar con devoción en esta celebración)… María Elena Sánchez, comunidad de la Iglesia San Felipe de Jesús.

El llamado es a la autenticidad, a la contribución a un mundo de paz, a evitar los impulsos, la violencia que amenaza al mundo y no sólo en Rusia y Ucranía, aquí mismo en Zacatecas, en Guanajuato, en la violencia intrafamiliar que se vive en muchos hogares de La Laguna.

Entonces se percibe que no hemos sido educados de manera correcta, hay una generación del siglo 21 que los padres no han sabido enseñar este tema de la espera, queremos todo rápido y ya, creemos que lo merecemos todo, en la vida cristiana se requiere de un esfuerzo de una purificación interior.

"Mientras no revises tu corazón, podrás llegar a los 60 años reproduciendo patrones y estar vacío profundamente, sin eso, voy a misa, cumplo, para no irme al infierno y salgo y me porto como un desgraciado", concluye el sacerdote jesuita.

El llamado es a la autenticidad, a la contribución a un mundo de paz, a evitar los impulsos y la violencia.
El llamado es a la autenticidad, a la contribución a un mundo de paz, a evitar los impulsos y la violencia.

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