Hoy inicio esta nueva columna para llevar a cabo reflexiones de futbol. Desde la distancia, radicado en el norte del estado de Florida, en la ciudad de Jacksonville, me permito compartir mis modestas opiniones sobre nuestro querido equipo Santos.
Aunque no tengo la fortuna de vivir en La Laguna, dado que desde hace más de 45 años emigré a los Estados Unidos, me mantengo unido a mi querida tierra a través de sus honorables gentes, entrañables recuerdos, y extraordinarios amigos. Además, nuestro dilecto equipo de futbol nos une a todos los laguneros, cercanos o a la distancia. El equipo Santos aviva la fuerza de la Comarca Lagunera. Nos identifica y genera en los laguneros la aspiración de ser reconocidos como la “tierra de los grandes esfuerzos” y su estadio como “la casa del dolor ajeno”.
En el áspero desierto lagunero, nuestro equipo ha obtenido grandes logros y merecidos reconocimientos. Por las filas del Santos han pasado enormes talentos como Jared Borgetti, Rodrigo Ruiz, Oribe Peralta, Matías Vuoso, Oswaldo Sánchez, Francisco Gabriel de Anda, Benjamín Galindo, Ramón Ramírez, por mencionar algunos- y me quedo corto. Similarmente, el Club Santos ha atraído entrenadores de reconocido prestigio nacional e internacional como el actual director técnico Pedro Caixinha. El moderno estadio “Corona” es orgullo de la Comarca Lagunera. Confío que la Selección Mexicana venga con más frecuencia a jugar en este hermoso recinto.
Sorpresivamente, nuestro estadio no parece llenarse a capacidad. Desde luego comprendiendo las limitantes que el COVID ocasiona-. Los laguneros amamos el futbol y nuestro equipo. Precisamente por nuestra pasión y entrega al equipo, es importante que el aficionado asista al estadio con mayor afluencia -pandemia permitiendo-. Que su apoyo al equipo sea incondicional, en las buenas y especialmente en las malas. Que el aliento y espíritu del público haga vibrar el estadio e intimidar al rival.
Por su parte, el equipo debe responder. Es de esperar que los once jugadores salgan a la cancha a defender con orgullo y tenacidad los colores de su camiseta. Que se refleje en su preparación, como en el juego, su profesionalismo, talento y dedicación. Si bien la afición y los jugadores representan una importante clave del éxito, el apoyo de la directiva es fundamental. El compromiso económico como la visión de los dirigentes a mantener al equipo entre los mejores de México es el fuelle que sostiene e impulsa al equipo. Afición, jugadores y directiva son los tres pilares en los que se basa el éxito de la institución. Es esta unión lo que le ha dado al Santos los campeonatos ganados en los torneos anteriores. Estas tres columnas son la base del éxito para que el equipo sea de nuevo campeón.
Un aspecto que señalar en esta nueva temporada que iniciamos es nuestra frágil delantera. Basado en lo ocurrido la pasada temporada, es un hecho que carecemos de una ofensiva eficaz. Los actuales delanteros tuvieron una escasa cosecha de goles el torneo pasado: Aguirre (2 goles), Ocejo (1 gol), Jeraldino (1 gol). Alessio da Cruz anotó 3 goles, pero ya no está en el plantel. Aunque el equipo marcó un total de 23 goles la pasada temporada, terminando en segundo lugar de anotaciones totales- detrás de Tigres con 26-, el 50% de los goles fueron hechos por los medios volantes: Valdés (6), Gorriarán (4), Lozano (2). ¡El mejor anotador, Diego Valdés se fue al América! Sería de mucho interés escuchar las opiniones del Sr. Dante Elizalde para explicar a la afición – y la prensa- los planes del equipo que “parece perder fuerza ofensiva”. Especialmente dado los dos torneos que el equipo enfrentará este ciclo. Esperamos con gran interés los comentarios de los dirigentes, así como de nuestro técnico Pedro Caixinha. Sin el compromiso y la unión de las “tres columnas” (la directiva, la afición y los jugadores) nuestro equipo no puede aspirar a ser uno de los mejores de México y nuestra cancha perderá la designación de ser “la casa del dolor ajeno”.
